Extraña Europa
Juan Manuel Chica Cruz desde Jaén. La imagen forjada de Europa como guía de desarrollo y valores en la historia del hombre moderno quizás haya caducado. A lo peor fue un mito basado en el recuerdo lejano de la Grecia clásica y sus ágoras y sus paseos de personajes de mentes brillantes y togas blancas como Pitágoras y Aristóteles y otros muchos que discutían subyugados por el imperio de la lógica. Hemos creído que Europa ha sido avanzadilla del progreso material y ético.
Pero puede que sea tan solo un sueño o un espejismo. De nuestro viejo y cultivado continente han salido las barbaries más grandes de la humanidad luego imitadas en otros lugares: Las dos guerras mundiales, Hitler y Stalin, con incontables muertos detrás. Cuando el tiempo hacía olvidar aquel horror, fueron los americanos los que tuvieron que venir para detener el genocidio en los Balcanes ante nuestro ademán impasible. Y ahora, de nuevo surgen síntomas inquietantes de intolerancia (el germen del mal) como la ley homofóbica en Rusia o el muro levantado en la ciudad eslovaca de Ostrovany para separar a los gitanos del resto y postulada como ¡Capital de la cultura europea!
Ahora en la paupérrima Grecia, cuna antigua de pensamientos refinados, donde surgieron las esquivas Olimpiadas se permite vender a la gente productos alimenticos caducados. Caducos como nuestro mito de progreso. Extraña Europa.