Expropiaciones y pagos de la A-32 que asfixian a los agricultores

La decisión de Fomento de paralizar dos tramos en construcción de la Autovía del Levante en  Jaén, además de ser un mazazo para los planes de desarrollo económicos y sociales de la provincia, pone en una delicada situación a algunos de los cerca de 200 agricultores reunidos la pasada noche del lunes en una cooperativa de Villacarrillo.

    08 sep 2010 / 11:31 H.

    Los olivareros de las comarcas de La Loma y Las Villas se ven afectados de lleno por la paralización porque sufrieron las expropiaciones propias de una obra de tal envergadura, pero, sin embargo, ahora están pendientes de unas indemnizaciones que no llegan. El problema es sencillo, perdieron sus olivos y, por lo tanto, su producción y tampoco tienen el dinero baremado por la apropiación pública de los terrenos. Al menos ellos se constituyen en plataforma para velar por sus intereses, algo que los municipios afectados por el parón de la autovía y la propia provincia no hacen para velar por sus intereses. La mediación del propio presidente de la Junta, José Griñán, ante el presidente del Gobierno, propició al menos que uno de los tramos de los tres que estaban previstos paralizar, siguiera su curso. Poco, si se tiene en cuenta la importancia y necesidad de la infraestructura y la deuda histórica contraída con la provincia. Jaén requiere un trato sostenido y preferente para poder competir, al menos, en igualdad de condiciones. En este sentido, aunque evidentes son los avances en materia de comunicación, también son claras las lagunas y deficiencias en carreteras o servicios de trenes, entre otras. Los 3.000 agricultores afectados por las expropiaciones que están pendientes del cobro de la indemnización litigan por lo que les corresponde y, de igual forma, corresponde a Fomento saldar la deuda contraída en tiempo y forma. El saldo con la provincia continúa al descubierto a falta de una mayor voluntad política y social.