Expoalergia 2013
Francisco Cortés Villar desde Jaén. Observando una foto en la Prensa de Jaén el pasado sábado, en la que algunos políticos, nacionales y locales, se autoinvisten como valedores del hoy evento internacional de Expoliva 2013, me di cuenta del absoluto desinterés que estos tienen en mejorar la calidad de vida de aquellos, que sufren los daños colaterales del excesivo monocultivo del olivar.
No es un eufemismo decir que la foto habla por sí sola. Y es que con el plato empapado de aceite de oliva esos políticos tratan de estirar sus articulaciones superiores, cual “gadget” se tratara, para alcanzar mojar el pan sobre dicho plato. Aunque sus rostros adivinaban que lo menos importante era catar ese delicatessen, más bien salir lo menos movidos en esa pseudoinstantánea, llevando la acción del mojeteo a los máximos escenarios mediáticos posibles, influyendo en las conciencias de aquellos que en la postguerra realizaban ese ritual para sobrevivir. Y es que estos homo habilis de la política son reacios a entender que nuestra sociedad y sus gentes del siglo XXI han cambiado. Ya no somos los mismos, que consideraban un héroe a Fraga bañándose en Palomares y un bienhechor al actual ministro de Agricultura por decir que se comería los yogures caducados cuando sea. Hoy, como siempre, la razón emana del pueblo. Por ello hay que escucharle para ganarse la definición de ser político: “Hábil para tratar a la gente o dirigir un asunto”. Hoy mientras esos políticos engullen la sopa de pan de aceite deleitando sus paladares, cientos de miles de gargantas andaluzas y, sobretodo jiennenses sufren los efectos devastadores de la alergia al polen del olivo. Que cual caballo de Troya, penetra en su organismo y en su psico mermando durante semanas su vida cotidiana, sin más consuelo que tomar antihistamínicos; cuyos efectos secundarios,—a la sazón—, continúan golpeando la salud de estos sufridores alérgicos y en cierta medida de quienes conviven con ellos. Salvando juntos este avatar que cada primavera nos propinan las cifras económicas de producción de aceite dadas por el MFAO (Mercado Futuros Aceite de Oliva), con sede en la capital de Jaén. Y viendo como sus impuestos se destinan a subvencionar al imperecedero exterminador sin que nadie haga nada. Ni políticos, ni aquellos que se benefician de subvenciones y jornales precarios viendo engordar su patrimonio , y solo pensado en la cosecha próxima para cambiar de “burraco”. Aquí, en este asunto no se trata de mover ficha, sino de ganar la partida promoviendo y creando una Fundación de la Alergia para Andalucía , cuyos principales objetivos sean la investigación de esa patología de forma eficaz, al mismo tiempo que la investigación y desarrollo de nuevos fertilizantes sustancialmente menos agresivos que los actuales. Inclusión de un servicio medico avanzado y dinámico para un tratamiento inmediato; es decir una urgencia o emergencia. Y cómo no, articular una ley especifica, —a nivel autonómico—que regule el traslado a zonas descontaminadas de las personas afectadas, ya sea en periodos intermitentes o completos, sin perdida de derechos laborales u otros. Contaminar el ambiente que daña a los ciudadanos debe exigir un precio económico equivalente al daño causado, y este deben pagarlo en buena medida aquellos que lo originan, y los otros que lo permiten sin hacer nada. Es decir el binomio empresarios del olivar y Administración pública, de esta forma el dinero público será bien empleado zafándose del derroche. Por ello, confío que al leer esta declaración los mas implicados en este juego no digan: “Cuando gozamos de salud, fácilmente damos buenos consejos”. Tácito.