Excusa para pasarlo de miedo
Una jornada fantasmagórica habitada por pequeñas brujas y duendes, monstruos y muertos vivientes, envuelta por historias de miedo, gritos y llamas que se ven a través de los ojos de una calabaza y con una parada obligatoria en la sala de quirófano, en los cementerios y en las tumbas que albergaban los pasajes del terror. Así vivió la capital Halloween, pero con un sitio reservado para los santos y apóstoles. La parroquia de Santa Isabel organizó el contrapunto cristiano a esta fiesta importada desde Estados Unidos y cuyo origen está enraizado en la tradición celta.

Más de cuarenta mártires “en miniatura”, entre ellos Santiago Apóstol y la madre Teresa de Calcuta, explicaron su labor y su vida ante el público de la iglesia. “Holywins”, “lo santo gana”, fue el nombre de esta alternativa religiosa que, poco a poco, coge cuerpo ante “la tentación” que supone para algunos Halloween.
La víspera del 1 de noviembre ofreció a los jiennenses distintas actividades que fueron “la excusa perfecta” para pasarlo de miedo. En El Tomillo, una casa del terror abrió sus puertas para ver cómo trabajaban cirujanos locos, cómo rezaban monjas poseídas y cómo los muertos vivientes deambulaban por los pasillos. Los jóvenes de este barrio fueron los encargados de organizar tan “pavorosa” obra, que tuvo expectantes a los vecinos durante más de dos horas.
En el barrio de La Merced, Marea Joven fue quien impulsó varias acciones sociales con motivo de esta fiesta. Y el centro comercial La Loma acogió con disfraces Halloween 2015. Por otro lado, la Asociación de Vecinos la Manseguilla organizó un pasacalles donde La Bruja Avería acompañó a los niños del barrio que gritaban “truco o trato” a todo aquel que se atrevió a abrir la puerta.