Europa pide a la ONU una condena por la represión en Siria
Reino Unido, Francia, Alemania y varios países árabes solicitarán a la Asamblea General de la ONU que lleve a cabo una votación para condenar a Siria por sus nueve meses de violencia contra los manifestantes, según informaron fuentes diplomáticas alemanas.
Los tres países europeos entregarán el borrador de resolución con la intención de que sea votada por el Comité de Derechos Humanos de la Asamblea general el martes que viene. Las delegaciones de estos países se habrían reunido con las de los países árabes para debatir el texto y las conclusiones de la reunión de la Liga Árabe en Rabat.
“Hubo un gran respaldo a continuar con el proyecto de resolución. Algunas delegaciones árabes incluso expresaron su intención de copatrocinar dicha resolución”, aseguraron. Fuentes diplomáticas de Naciones Unidas revelaron bajo condición de anonimato que estos países serían Arabia Saudí, Jordania, Qatar, Marruecos y Kuwait.
Los diplomáticos señalaron que se espera que el Comité, que incluye a los 193 países de Naciones Unidas, apruebe la resolución. Tras ello, sería votado en sesión plenaria de la Asamblea General.
El proyecto de resolución “condena firmemente las graves, continuadas y sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos por parte de las autoridades sirias”. Entre estas violaciones se destacan “las ejecuciones arbitrarias, el excesivo uso de la fuerza, el asesinato y persecución de manifestantes y activistas, la detención arbitraria, las desapariciones forzadas y las torturas y malos tratos de los detenidos, incluyendo niños”, según informó la agencia Reuters.
Asimismo, el proyecto de resolución exige el fin inmediato de las violaciones de los Derechos Humanos y la violencia y solicita al Gobierno de Bashar al Assad que implemente la hoja de ruta de la Liga Árabe acordada este mes.
“El mundo árabe ha enviado un mensaje muy claro. Las violaciones masivas de los Derechos Humanos y el sufrimiento del pueblo sirio debe llegar a su fin”, dijo el embajador alemán ante Naciones Unidas, Peter Wittig. Wittig recalcó que este proyecto de resolución “mostrará a Al Assad lo aislado que está, pero no sustituye a la acción del Consejo de Seguridad”.
En este sentido, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, pidió este jueves a la Liga Árabe que, cuando exija el fin de la violencia en Siria, no se limite al Gobierno y extienda esta petición a las fuerzas opositoras, según informó la agencia estatal rusa de noticias, RIA Novosti.
El ministro ruso afirmó que el ataque efectuado en la madrugada del miércoles por un grupo de desertores del Ejército sirio contra un complejo de Inteligencia situado en el norte de Damasco fue “propio de una guerra civil”. Asimismo, Lavrov insistió en la necesidad de que el Gobierno y la oposición siria inicien negociaciones y propuso que éstas se celebren en la sede de la Liga Árabe.
Por su parte, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, defendió en Moscú que la comunidad internacional debería mantener la presión sobre el régimen de Bashar al Assad con el fin de que éste ponga fin a la represión en Siria y “escuche al pueblo”.
“El futuro de Siria ahora depende de la capacidad de mantener la presión sobre ellos para que vean que hay una necesidad de detener esta violencia, escuchar al pueblo y encontrar un camino para avanzar”, señaló Ashton.
Por otro lado, el Frente Nacional Progresista (FNP), que aúna a las principales fuerzas políticas sirias, condenó la decisión de la Liga Árabe de suspender la participación de Siria en las reuniones de la organización regional, al tiempo que ha considerado que es fruto de una conspiración internacional contra el país.
El movimiento oficialista indicó que la suspensión de la participación de Siria es una violación de los principios de la Liga Árabe, así como de los acuerdos suscritos entre sus países miembro. Además, señaló que, a pesar de que “no es la primera vez que Siria afronta un gran desafío”, “sí es la más peligrosa, porque ha sido cocinada en las cocinas sionistas, estadounidenses y occidentales”.
En este sentido, advirtió de que una intervención extranjera en Siria, apoyada por algunos países árabes, permitiría implantar el proyecto de Oriente Próximo basado en los intereses israelíes y estadounidenses. Redacción/Nueva York