Europa no tiene 'ninguna duda' sobre el futuro del euro

La Comisión Europea ha dicho este miércoles que no hay 'ninguna duda' sobre el futuro del euro y ha sostenido que la crisis actual no  es de la moneda única sino de las deudas de los Estados miembros. El  Ejecutivo comunitario se declara 'orgulloso' del euro, pero no prevé 'celebraciones particulares' del décimo aniversario de la entrada en  circulación de las monedas y billetes, que se cumple el 1 de enero de  2012.

    21 dic 2011 / 17:34 H.

    "No tenemos previstas celebraciones particulares. El euro no está  ahí para eso y nosotros tampoco estamos para celebrar las cosas", ha  dicho el portavoz de Asuntos Económicos, Olivier Bailly. El único  gesto será acuñar 90 millones de monedas conmemorativas de 2 euros,  que empezarán a circular los próximos días. "Eso no quiere decir que no estemos orgullosos de nuestra moneda  única. Consideramos que es uno de los logros más importantes de la  historia europea", ha resaltado el portavoz. "La crisis actual no es una crisis del euro, el euro nunca ha  estado tan fuerte, su lugar en los mercados internacionales es muy  fuerte. Los tipos de cambio del euro desde mayo de 2010 han variado  muy poco. Lo que atacan los mercados son las deudas nacionales", ha  insistido Bailly. "No hay ninguna duda sobre el futuro del euro y creo que es un  mensaje importante en el momento en que marcamos el décimo  aniversario de nuestra moneda", ha zanjado, "tiene un gran futuro por  delante". Entre las ventajas aportadas por la moneda única, el Ejecutivo  comunitario destaca que desde hace 10 años los países que la usan  tienen una inflación por debajo del 2%, frente a las cifras de dos  dígitos en los años 80. La supresión de los tipos de cambio permite  ahorrar por año a los ciudadanos entre 20.000 y 25.000 millones de  euros. El 20% de los intercambios mundiales se realizan en euros y el 26%  de las reservas mundiales están en euros, lo que lo sitúa como  segunda moneda de reserva mundial tras el dólar. 322 millones de  ciudadanos europeos utilizan la moneda única, no sólo en los países  de la eurozona sino también en Lichtenstein, Vaticano, San Marino,  Andorra, Kosovo y Montenegro.