Etnosur 2015 dejó más de 1,5 millones, según su promotor
Balance totalmente positivo. El director de Etnosur, Pedro Melguizo, y el alcalde, Carlos Hinojosa, evaluaron el resultado del festival.

Según los responsables, la cantidad de dinero que dejó en Alcalá la Real superó el millón y medio de euros, muy por encima del presupuesto —380.000 euros, en torno a 250.000 de ellos salidos de las arcas del Ayuntamiento—. Melguizo indicó que más allá de esto hay que tener en cuenta el “beneficio indirecto” de cuestiones como el programa de dos horas que dedicó, el jueves, Radio Nacional de España a la ciudad y a los encuentro étnicos.
Pedro Melguizo habló de un repunte de público —después de la disminución de 2014— de alrededor del 15%, con un incremento del 20% en la acampada, aunque se negó a dar el número de personas alojadas. Además, indicó que los “etnovasos” se agotaron. El organizador recalcó que esto se ha conseguido pese a la mayor competencia por la “burbuja de festivales”. Igualmente valoró la significativa presencia de público familiar y el civismo con el que se comportaron los asistentes. “La ocupación fue absoluta en Alcalá y los alrededores”, dijo. A su juicio la calidad artística aumentó, con elementos destacados como el circo y la producción propia con el concierto de Guadalupe Plata.
Por su parte, Carlos Hinojosa aseveró que había sido una “muy buena edición”, con elevada afluencia en todas las actividades —aforo completo en las que lo tenían limitado—, satisfacción entre los empresarios del espacio de comidas llamado “pipiripao” y temperaturas no excesivamente altas. Subrayó el acierto que, en su opinión, supuso el giro al escenario que quedó orientado hacia el sur y redujo las molestias acústicas a los vecinos, además de permitir que el público viera La Mota de fondo. El alcalde remarcó que había primado la normalidad durante los tres días, con solo 38 asistencias sanitarias, seis de ellas derivadas de la ingestión de tóxicos.
Polémico vallado
El director de Etnosur, Pedro Melguizo, comentó que las personas que se quejaron, días atrás en este periódico, del vallado con motivo del festival tenían duchas —en un patio, según él— por las que cobraban un euro. “Como les han vallado la calle se han quedado sin duchas”, dijo. Tanto el director del festival como el alcalde reconocieron que hay división de opiniones sobre las vallas, con partidarios, detractores y personas a las que le son indiferentes. Carlos Hinojosa comentó que este sistema no le gusta, pero es eficaz para evitar acampadas en los parques. Incluso expuso que en otras zonas, como la de La Tahona, vecinos pidieron vallado. Anunció que se estudian alternativas para el futuro.