15 may 2015 / 15:07 H.
Hoy, investigando en ”Europa Press”, he dado con un estudio —dicen que de más de 40 años— que aseguraba que las víctimas de “bullying” no se convertían, ya de mayores, en personas antisociales, con problemas para socializar, o inadaptados. Bien es cierto, pues tengo algún que otro conocido que me ha relatado, desgraciadamente, su experiencia en un tema en el que nadie debería de tenerla. El impacto negativo en el funcionamiento académico, en la salud física y mental, en las relaciones sociales y en la autopercepción, puede soportarse a través de los años escolares, según dice este estudio. Yo, realmente, no creo que sea así. Creo que, precisamente, en dichos años son en los que la víctima en cuestión es bastante más débil, tanto física como mentalmente. Entiendo que el estudio diga que estas cosas no convierten a los adultos en inadaptados, por norma general. Sobre todo, porque los adultos ya tienen un cerebro desarrollado y, ante todo, una personalidad que permite darle un “pescozón” al “listo” que intente acosarte. Pero, de todas formas, tampoco es algo sano que una persona sufra “bullying” de pequeña, pues a la hora de autoconsiderarse, es decir, con respecto a su autoestima, es bastante más difícil recuperar a una persona, tenga la edad que tenga. Los recuerdos no se pueden borrar.