Estudio para optimizar el uso del fertirriego en el olivar

La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, a través del centro que el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) tiene en Córdoba, Ifapa ‘Alameda del Obispo’, desarrolla un trabajo de investigación para dar respuesta a una de las principales demandas del sector olivarero, la optimización del manejo del fertirriego.

    16 ago 2010 / 10:59 H.

    En la actualidad, la superficie dedicada al olivar en Andalucía supera el millón y medio de hectáreas, lo que equivale al 33% de las tierras de cultivo y al 16% de la superficie total andaluza. Dada su buena respuesta productiva a la puesta en riego, ha habido una rápida difusión de métodos como el riego localizado, que permiten la utilización de técnicas como el fertirriego, (aplicación conjunta de agua y nutrientes).

    Una técnica extendida
    El uso de la técnica del fertirriego, cada vez más extendida en la gran mayoría de los olivares andaluces, implica una gran superficie manejada en riego localizado y en la que se aplican técnicas de fertilización basadas en criterios que no contemplan su efectividad.
    Aunque el fertirriego ofrece ventajas en la aplicación de los fertilizantes, como la distribución homogénea, la rapidez en la respuesta, etcétera, es importante conocer las dosis que debemos aplicar, ya que al tratarse de una forma diferente de fertilizar debe comprobarse y contrastarse que los programas de cálculo de dosis de abonado se mantienen.
    Para conseguir optimizar el manejo del fertirriego hay que conocer los requerimientos nutritivos y de agua de los cultivos, los momentos de aplicación de los nutrientes a lo largo del ciclo vegetativo, la dosis total a aplicar, el tipo de fertilizante a emplear y los sistemas y formas de aplicación, los efectos del manejo sobre la lixiviación o lavado de solutos en el suelo y, finalmente, el control del estado nutritivo del cultivo, para poder realizar las correcciones oportunas.
    Con objeto principal de ofrecer una respuesta al sector y que se pudiera mejorar la programación de la aplicación de nutrientes a través del fertirriego, se fijaron como objetivos principales de este trabajo de investigación:
    —Aumentar los conocimientos sobre el comportamiento en el suelo de los nutrientes aplicados en fertirriego, con idea de racionalizar el uso de fertilizantes.
    —Estudiar la respuesta del olivo a dosis crecientes de nitrógeno aplicadas en fertirriego, evaluando la respuesta, tanto sobre la producción como sobre la calidad de los aceites producidos, así como sobre el comportamiento de los frutos en el proceso industrial de extracción de aceite.
    —Evaluar el efecto de la fertirrigación en la distribución en el suelo y la disponibilidad de nutrientes para el olivar cuando se fertirriega con dosis fijas de fósforo y potasio y distintas dosis de nitrógeno, además de mostrar la importancia del máximo fraccionamiento.

    Ensayos de campo

    La parte experimental de comparación de dosis  y efecto en el suelo y el olivo se llevó a cabo en fincas colaboradoras del Ifapa, en cuyas mismas instalaciones se desarrollaron ensayos controlados en macetas. El objetivo era evaluar el efecto del fraccionamiento de la aportación de los fertilizantes en el fertirriego, como forma de aumentar al máximo su eficiencia.
    Los tratamientos de fertirrigación fueron calculados en función de una aplicación informática desarrollada por Pastor et al. (2005), que estima las necesidades hídricas y de nutrientes del cultivo, y que para el cálculo de la dosis de riego y fertilización considera los aportes del agua de riego, lluvia y del suelo, así como el estado nutritivo que presenta el olivo.
    Se observó que en los 3 años transcurridos en los ensayos de campo, el tratamiento testigo, con dosis 0 de nitrógeno no llegaba a mostrar síntomas de deficiencias nutritivas, y sólo en el último año se apreciaba una pequeña disminución en la producción. Mientras, los tratamientos con aportes excesivos de nitrógeno, dejaban una gran cantidad de este elemento en forma nítrica en el suelo, sin haber sido consumido por el cultivo y que podría perderse con las lluvias de invierno, lo que supondría un gasto innecesario y una fuente de contaminación de los acuíferos.

    Mitad de dosis para el árbol

    Los resultados muestran cómo los tratamientos fertilizados con la mitad de la dosis calculada como adecuada aseguran un óptimo estado nutritivo del olivo y mantienen concentraciones de nitrógeno en suelo en niveles suficientes para el desarrollo y la producción del árbol a lo largo del tiempo.
    Ello trae consigo un ahorro de fertilizantes y, por tanto, cosechas más competitivas. Los estudios sobre el máximo fraccionamiento de la dosis, es decir, la aplicación conjunta en todos los riegos de agua y fertilizantes, recomiendan su uso, ya que permite optimizar el manejo de los fertilizantes, adecuándolo a las necesidades del cultivo, y de las infraestructuras de fertirriego, manteniendo más altos los niveles de nutrientes en el suelo que si se aplicaran de forma tradicional (puntualmente, a lo largo de un numero determinado de riegos).

    Ahorro y eficiencia, el objetivo

    Teniendo en cuenta los primeros resultados obtenidos en esta investigación del Ifapa, que han sido objeto de una tesis doctoral, se aconseja reducir las dosis de fertilizantes nitrogenados en la mayoría de las condiciones de cultivo. Por tanto, con este estudio se pone de manifiesto la necesidad de realizar un cálculo más ajustado de las dosis que realmente va a necesitar el olivo, mediante un máximo fraccionamiento que mejore la eficiencia en el uso de los fertilizantes nitrogenados y suponga un ahorro para el agricultor.