Están que trinan

Qué dichosos se las componían con el gobierno central y el andaluz en las mismas manos pero no, la felicidad nunca es completa y aquí ha venido la gente, esa misma que antes les votó, a darle un tironcejo de orejas a los de la derecha.

    11 abr 2012 / 11:09 H.

    Porque a ver, ¿qué razones hay para que ahora se dejen de cubrir las prestaciones sociales básicas? ¿Cuáles son los intereses que mueven todos los recortes? ¿Por qué siempre hay límites para los trabajadores y nunca hay tope por arriba, en la acumulación desorbitada y obscena de este capitalismo atroz? ¿Es mejor privatizar y quitarle más aún a los desfavorecidos, que una política económica más justa en la que haya un reparto algo más equitativo de la riqueza? La ciudadanía se ha pronunciado pero el reto no ha concluido: no se trata de pararle los pies a los del PP, que están que trinan porque no se esperaban este revés, sino de apostar por verdaderas políticas de izquierda que defiendan el Estado del Bienestar. Y ojo, la comparativa no es vana: ya le gustaría al PSOE parecerse en políticas sociales a Sarkozy. Pensándolo bien, hoy día solo con mantener los servicios en sanidad, educación y pensiones, la socialdemocracia estaría contenta como unas castañuelas, porque tal y como está el mundo y las cosas, ser de izquierdas se reduce a eso, sanidad, educación, pensiones, quedarnos como estamos, que no nos bajen los sueldos y el nivel adquisitivo. Que no somos mercancía. Que también tenemos derecho a vivir dignamente y no solo unos cuantos privilegiados.
    Juan Carlos Abril es escritor