Estampa de feria
Posiblemente no sepan que están jugando en un ferial recientemente remodelado. Tengo la certeza absoluta de que ellos son ajenos a enfrentamientos políticos sobre cómo debe llamarse el real o que si las plazas de aparcamiento están bien o mal.

No se plantean si debería haberse puesto de nuevo la portada de la Catedral y ni tan siquiera saben si el presupuesto de las fiestas es menor y cómo va a repercutir eso en estos días de jolgorio. Son niños y como tales buscan oportunidades de diversión allá por donde andan. Viven la feria a su modo. Como el grupo de niños de la fotografía captada por Agustín Muñoz. Se afanan por construir un castillo de arena, mejor dicho, de albero a la puerta de una de las casetas. Presupuesto, mínimo; diversión, máxima. ¿O es que nadie se acuerda de lo bien que lo pasaba de niño jugando con la arena? Lo bueno de la feria es que cada uno se lo monta como puede para pasarlo bien. También los niños.