Estaba tomando cañas...

En un sistema caótico como el de la política, con claves e intereses contrapuestos, una mínima variación, una pequeña perturbación, puede generar grandes cambios a corto o medio plazo. Este “efecto mariposa”, sin sutilezas y a cara de perro, se lleva por delante a la que fuera alcaldesa de Jaén Carmen Peñalver. Del glamuroso papel de estrella invitada a mítines sevillanos, con una de las pocas alcaldías socialistas bajo el brazo, al lodazal del arroyo político media un tris y una derrota electoral. 

    05 dic 2011 / 11:50 H.

    La adversidad en el poder no une, al contrario, hace que fluya con naturalidad la animadversión mal disimulada. Si los errores de gestión y la distante relación con la militancia la cocinas lentamente en el fuego cruzado de dos familias enfrentadas sabes que alguien se quedará sin postre. A Carmen Peñalver, con veinte años de recorrido dentro del PSOE, le puede sorprender la virulencia y consistencia de los ataques, pero no el mecanismo. Este es viejo y puntual como un reloj suizo y tiene que ver con quienes pretenden perpetuarse en el poder, con los que lo disputan y tienen licencia para maquinar y con quienes plantean cambiar las cosas desde dentro y para bien, haberlos, haylos. Se sabe que hay liderazgos con fecha de caducidad, supuestos líderes adornados de fatuidad, y líderes que se perdieron para escarnio socialista y penar ciudadano. Hercúleo esfuerzo el de la comisión gestora que pilotará la descabezada nave socialista, la travesía se antoja larga con un PP en modo rodillo y con la necesidad de buscar un liderazgo que cure heridas y que tenga una base sólida. Las experiencias recientes no invitan al optimismo. Dicen que los caminos del Señor son inescrutables, aunque, en este caso, el todopoderoso presidente de honor, Gaspar Zarrías —tan lejos y tan cerca—, tiene su plan. Manuscrito en papel o recitado, cuando el arquitecto crea otros laboran. Así fue y así es. La caída en desgracia de Carmen Peñalver es un mensaje en una botella, un aviso para navegantes. No estaba muerto, estaba tomando cañas. Cantaban.
     
    De la sección de papel, Pongamos por caso 
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    Palabra Perdida

     

     

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