Espíritu de servicio

Desde Jaén. En el pasaje evangélico del domingo, día 21, San Marcos nos recordaba las palabras de Jesús a sus discípulos: “El que quiera ser grande entre vosotros, sea vuestro servidor, y el que el que quiera ser primero, sea el esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. En él queda patente la verdadera identidad del seguidor de Cristo: Servidor.

    27 oct 2012 / 09:01 H.

    En este mundo nuestro, en que se pugna por el poder, el prestigio, el dinero; en que se disfraza el placer, este pasaje coloca a los cristianos consecuentes en una difícil situación: Personas que viven contracorriente, incomprendidos, e incluso, perdedores; alejados de la realidad del momento presente, pero enraizados, sin duda, en una realidad muy superior, a la medida de Jesús: La del servicio. Se celebraba ese día la jornada misionera del Domund, de la entrega de infinidad de cristianos, enviados a servir a los pobres, en circunstancias, tantas veces extremas,  y a dar su vida por su salvación. La labor de estos propagadores entusiastas de la Palabra de Dios es necesaria, pero especialmente admirable por su renuncia a las comodidades y la estabilidad que les brinda la vida, y por su generosidad incondicional, teniendo la promesa del Señor de “recibir en la edad futura, vida eterna.” Pidamos a Dios que nos conceda este espíritu misionero y de servicio, para que su mensaje sea conocido, amado y seguido en este mundo nuestro tan necesitado de él.
    Concepción Agustino Rueda