Especial precaución de la población de riesgo ante el calor
Las altas temperaturas hacen de nuevo acto de presencia, después de un mes de julio en el que el calor ha dado un ligero respiro a los jiennenses. La Agencia Estatal de Meteorología ha activado la alerta amarilla, lo que significa que existe riesgo de que los termómetros lleguen a niveles extremos y no sólo en las máximas, sino que las mínimas también subirán.
De hecho, durante la jornada de ayer ya se pudo apreciar el notable incremento, con el registro de hasta cuarenta grados en algunos puntos de Cazorla, Segura y Las Villas y en el valle del Guadalquivir, aunque la sensación de bochorno fue común a toda la provincia en general. La particularidad de que se tratase de un día no laborable propició que muchos jiennenses se escaparan hasta los Puentes, a zonas costeras cercanas o disfrutaran de las piscinas tanto privadas como públicas para encontrar un poco de refresco. Las calles de la capital se encontraban prácticamente desérticas a las horas centrales del día. No es extraño que en pleno mes de julio el calor sea noticia, pero sí es preciso insistir en que los golpes de calor son más peligrosos de lo que puede pensarse y que en veranos anteriores han llegado a causar la muerte a personas en nuestra comunidad. Las medidas de prevención por todos conocidas, como tomar líquidos o evitar el ejercicio físico en las horas de más calor se repiten hasta la saciedad desde los organismos pertinentes, pero aun así nunca está de más insistir. Esa es la filosofía del programa puesto en marcha por Salud, por el que se visitará en persona a los mayores de 65 años que vivan solos y que, por tanto, se encuentran en especial situación de riesgo por el calor. El año pasado el personal sanitario ya detectó a más de siete mil jiennenses en una situación especialmente vulnerable y se les realizó un seguimiento específico desde Salud Responde. Como siempre, precaución para evitar sustos innecesarios.