Esparadrapo como “aislante” en el consultorio de Los Marqueses
La Asociación de Vecinos de La Paz y la Federación de Consumidores Facua-Jaén, que trabajan juntas gracias a un convenio de colaboración, denuncian el estado en el que se encuentra el Centro de Salud de Los Marqueses de Linares. Estas instalaciones, como recuerdan, atienden a unos 24.000 vecinos, de los que tres cuartos son de Linares, y el resto de otros cuatro municipios de referencia. Sin embargo, no son aptas, a su juicio. Como ejemplo, dejan claro que en los pasillos hay cables que cuelgan del techo, la pintura de las paredes está más que deteriorada y manchas de humedades. También en las consultas se dejan sentir los efectos de las lluvias, con desconchones y grietas.

“Incluso, las ventanas tienen una separación muy grande, entre el marco y la puerta, que deja paso a reptiles. Para solucionarlo, se colocó esparadrapo”, deja claro. Unas condiciones que consideran “tercermundistas” para cuantos pasan por el centro.
“En abril de 2013, denunciamos estas deficiencias a la Delegación de Salud y al Ayuntamiento. En un escrito enumerábamos todos los problemas. Nos contestaron desde la Junta que se pondrían en marcha medidas para paliarlas. Es cierto que algunos arreglos llegaron, pero no los suficientes”, explica el secretario general del colectivo de defensa de los usuarios, Felipe Serrano.
Un año después, las asociaciones de consumidores hicieron llegar a Facua-Jaén una gran cantidad de archivos fotográficos en el que quedan reflejadas las deficiencias de estas dependencias. Ello, aclaran, les llevó a denunciar públicamente la situación y a presentar un escrito a las dos administraciones. También solicitaron una reunión con los responsables del Distrito Sanitario Jaén Norte, el pasado mes de septiembre. Sin embargo, lamentan, por el momento no tienen respuesta.
Otro de los principales problemas se encuentra, según indica Serrano, en los accesos, dificultados por la gran cantidad de vehículos que se encuentran en el interior. Por ello, reclaman al Ayuntamiento una reordenación del tráfico, de tal forma que no se permita estacionar dentro, a excepción de los coches de emergencias. No en vano, en ocasiones, estos servicios tienen dificultades para llegar al centro. La situación llega hasta el punto de que, incluso, en una ocasión, tuvieron que trasladar a una enferma en camilla a hombros, por encima de los capós de los automóviles, según especificó el presidente del colectivo vecinal, Antonio Quesada.
A ello suman la falta de privacidad en la recepción o en la sala de curas. “Se podría solucionar con unas simples cortinas”, lamentan. Los aseos tampoco se encuentran adaptados para minusválidos, los cierres dan problemas y los baldosines, critican, se caen con el consiguiente riesgo de cortes. En el sótano, que sirve de almacén, son frecuentes las inundaciones.
“Lo que queremos es que Salud disponga de los mecanismos suficientes para que todos estos desperfectos se subsanen”, manifiestan. Al tiempo, Rafael Martínez, integrante también de Facua-Jaén, recriminó que, a pesar de que había previsto un nuevo consultorio, del que se colocó hasta la primera piedra, las obras están paralizadas. Por el contrario, se destinan 18.000 euros para la mejora de la fachada del vetusto centro de salud, en lugar de acometer arreglos de más calado o levantar otras dependencias sanitarias más acordes, como lamentan.