España va bien

Desde luego que España no va bien, pero hasta ayer mismo se nos afirmó lo contrario. Fue falsamente bien mientras se desmantelaba el Estado dejando el terreno libre al crédito sin control, la especulación y el robo de guante blanco, esos ejecutivos con contratos blindados que ahora miran para otro lado mientras se derrumba su negocio. Los empresarios no salvan ni su empresa con tal de beneficiarse.

    08 ago 2012 / 17:45 H.

    Por eso la venden si les interesa sin sentimentalismos. El disparate de la supremacía del capital sobre los seres humanos tiene que acabarse y sólo unos políticos honrados y comprometidos pueden atajarlo. Porque lo que está sucediendo es alarmante. Además, no sólo no se toman medidas contra los que han saqueado los bancos, metiéndolos en la cárcel, sino que se legalizan más agresiones a los trabajadores y clases medias. En los medios de comunicación llaman la atención últimamente algunos artículos de grandes intelectuales, escritores, filósofos, etc., con autoridad moral, denunciando lo que sucede. Los términos de esos artículos, a poco que se hojee la prensa nacional e internacional —o en entrevistas o declaraciones— son tajantes y sin medias tintas. El discurso de la moderación se ha abandonado. Hay llamadas revolucionarias inquietantes. Se cuestiona el “sentido común” y se piden respuestas violentas. Este tono es preocupante, pero son muchas las voces que están revelando lo que pasa sin tapujos ni reservas. La gente no se mueve, como es de esperar, pero las voces de alarma están ahí.

    Juan Carlos Abril es escritor