España: Solar de idiotas

Manuel Miguel Caro Gabucio desde JAÉN. Que nadie se ofenda, porque ni es intención insultar de quién subscribe estas líneas ni debe interpretarse el calificativo como cotidianamente se hace. Si atendemos a su significado clásico, el idiota es quien solo se preocupa de sus propios asuntos, desatendiendo lo público o político.

    10 abr 2013 / 15:45 H.

    En razón a esta interpretación de la idiotez no parece ser muy descabellado encontrar en España un alto número de “idiotas”, que no se enteran de las repercusiones públicas de los negocios de sus hijos, de la mala administración de los gestores públicos y sus malversaciones, de la irresponsabilidad de los responsables de las organizaciones políticas, sindicales, financieras y empresariales, entre otras que se nos pudieran presentar “en lo que significa en el ámbito del conjunto de la marca España”, que diría nuestro alcalde de Jaén, y todo ello “con lo que está cayendo”, es decir, con todo lo que está saliendo, que a ser punta de iceberg anuncia el hundimiento de lo que fuera “Titanic”, venido a simple marca, hoy en oferta permanente de rebajas. Y si esta idiotez, en sentido general desconocimiento de lo que en realidad está pasando o se está haciendo, se castigara de forma clásica también quizá se debiera retomar la pena del ostracismo, la expulsión, privación, imposible participación en todo lo público o colectivo, pero antes poniendo de relieve en “el foro” sus faltas, y exigiendo la reposición de aquello que de haber actuado honradamente, hoy no faltaría.