España en el siglo XXI
Nicolás Galisteo Padilla / Desde Úbeda. Es inadmisible que las estructuras del Estado sigan estando como están anquilosadas y fuera de época. Dichas estructuras, como son las cámaras de representación popular, la Justicia en todos sus niveles y jerarquías o el sistema electoral, que únicamente está hecho a medida para los partidos mayoritarios.
En definitiva, los pilares del Estado tienen que amoldarse a lo que debe de ser un país moderno y participativo, donde los ciudadanos sean la máxima, y no seamos meros espectadores de un sistema político basado en la prepotencia de gobernantes de turno, donde actúan a su manera y sin contar con nadie. En el pueblo español radica la soberanía de España, según nuestra Carta Magna y, por lo tanto, el pueblo español debe de contar para todo. Cuando un gobierno decide hacer alguna actuación de interés general para el conjunto de la nación que afecte directamente o indirectamente a su pueblo, inmediatamente sin titubeos y sin pensarlo y meditarlo, su obligación es consultarle, haciendo un referéndum popular, así es como se construye un país democrático y libre.