España y sus políticos

Plácido Cabrera Ibáñez desde Jaén. Los grandes desastres de España, de hoy y de ayer, probablemente no sean consecuencia de que los demás países son más listos o fuertes.

    01 oct 2013 / 10:17 H.

    Más bien, pienso que son debidos en gran parte a la falta de unidad entre todos los españoles. Frecuentemente durante siglos los españoles hemos tenido unos gobernantes que han dado pruebas evidentes de no ser capaces de agrupar a todos los ciudadanos, Uno de los ejemplos, que ahora está de actualidad es el de Gibraltar, hace unos días escribía sobre este asunto el profesor García Cárcel, catedrático de Historia Moderna, de la Universidad de Autónoma de Barcelona. “Para mí (lo) más penoso es que no hay manera de construir ante Gibraltar una política de Estado asumida por todos los partidos políticos españoles (…)”. Trescientos años después, nada se ha aprendido de lo que significó Utrecht: los costes de la fragilidad del Estado, las divisiones sectarias, la nula autoestima nacional”. Otro ejemplo actual es el problema autonómico, ayer fue Euskadi, hoy es Cataluña, mañana… Esta forma de comportarse de nuestros políticos produce un daño irreparable no sólo a la Nación, perjudica enormemente a todos los ciudadanos, el coste que tienen que pagar es incalculable. Cuánto dinero se despilfarra en proyectos innecesarios o partidistas que después de una manera o de otra tenemos que pagar entre todos, con mayores impuestos, recortes, etcétera. No resulta fácil una solución a estos comportamientos, es necesario un mayor esfuerzo y más acierto en el momento de votar y elegir a nuestros gobernantes, exigiéndoles que después de su mandato respondan de su gestión. Si a los estudiantes se les exige un 6,5 para obtener una beca, ellos no deberían tener una nota más baja, para posteriormente acceder a otras responsabilidades públicas o prestaciones sociales.