Eslovenia empieza a construir vallas en su frontera con Croacia

El Gobierno de Eslovenia empieza a erigir una valla en varias partes de su frontera con Croacia, apenas un día después de que el primer ministro anunciara que levantaría “barreras técnicas” para “dirigir” el flujo migratorio.

    12 nov 2015 / 10:35 H.


    Varios camiones con vallas llegaron a primera hora del día a la localidad eslovena de Veliki Obrez, ubicada cerca de la frontera con Croacia. Ya se han levantado más dos kilómetros de alambrado.
    Asimismo, las autoridades levantaron otros cien metros de valla en una zona abierta cerca de la localidad de Gibina, en el este del país. Por el momento no hay inmigrantes presentes en ninguno de los dos puntos, que cuentan con un gran despliegue del Ejército y la Policía.
    La decisión fue criticada por Croacia, que expresa que “sería mejor que construyeran centros de recepción”. “Nada puede evitar que la gente busque su camino, y es mejor que lo hagan de forma organizada”, apuntó el ministro del Interior croata, Ranko Ostojic.
    Sin embargo, el secretario de Estado de Interior esloveno, Bostjan Sefic, aclara que su Gobierno no planea “reducir significativamente” la llegada de inmigrantes, sino “dirigir el flujo a los puntos de entrada controlados”.
    E l primer ministro de Eslovenia, Miro Cerar, también afirmóque se levantarían “barreras técnicas” en la frontera con Croacia para “dirigir” el flujo migratorio, aunque aclaró que el país seguirá abierto para los miles de refugiados que intentan seguir su ruta hacia el centro de Europa.
    El primer ministro insistió en que no se trata de un bloqueo: “No vamos a cerrar la frontera”. “Queremos garantizar que haya un flujo de inmigrantes controlado y seguro e impedir una catástrofe humanitaria”, justificó.
    Más de 170.000 inmigrantes y solicitantes de asilo de Oriente Próximo, Asia y África llegan diariamente a Eslovenia desde mediados del pasado mes de octubre, cuando Hungría decidió cerrar su frontera con Croacia.
    El endurecimiento de los controles en la frontera húngara terminaron empujando a los refugiados hacia Eslovenia, que aún espera recibir unos 30.000 inmigrantes más en cuestión de días.