“Es una historia muy dura, pero verdadera”
—Un niño delgado al que sus compañeros no escogían para jugar al fútbol, que descubrió que gracias a los libros podría llegar a ser alguien importante. Han pasado los años y ahora presenta “El último paraíso”, premio Fernando Lara 2015, uno de los más importantes galardones literarios. ¿Cómo se siente?
—Me siento como uno más de cuantos han luchado por conseguir un sueño. En mi caso, ese sueño no consistía en llegar a ser alguien importante a través de los libros, sino en comprobar que estos podían ocultar en su interior vidas maravillosas que compartir, experiencias que disfrutar y mundos que descubrir. Ese fue mi gran regalo, como ahora lo es poder escribir libros para que sean otros lectores quienes se empapen de la magia que atesoran.
—La novela histórica y “thriller” trata de un norteamericano que huye de los efectos del Crack del 29 y busca una segunda oportunidad en la Unión Soviética. ¿Cómo surgió la obra?
—En una librería de Brooklyn compré un ensayo que mencionaba la publicación de un anuncio en el New York Times de 1930 en el que se prometía trabajo y felicidad para todos los americanos sin empleo en la nueva Unión Soviética. La historia me conmovió por lo desconocida y atractiva. Miles de familias lo creyeron y se embarcaron hacia un paraíso prometido sin imaginar que se dirigían hacia su propia perdición.
—¿Lo que le ocurre al protagonista de su novela es un paralelismo con lo que vivido durante estos últimos años?
—Sin duda, pese a que aquella crisis fue más dramática. Millones de personas se quedaron en la calle sin ningún tipo de prestación. Ni paro, ni sanidad, ni vivienda. Sin nada que comer. Muchas mujeres se convirtieron en prostitutas para salvar a sus hijos y Central Park se transformó en un arrabal de chabolas habitado por criminales. Una historia muy dura, pero verdadera y rebosante de thriller.
—Hay suspense, hay una historia de amor… Pero sobre todo se da un enfrentamiento de dos mundos a través de los personajes de la obra. ¿De qué se trata, cómo se hilan?
—”El último paraíso” nos narra la apasionante epopeya de un grupo de desesperados que lucharon por encontrar la felicidad en un ambiente tremendamente hostil. La policía secreta soviética tomó a los emigrantes extranjeros como cabezas de turco para culparles de los extraños atentados que ocurrían en sus factorías, y de ese modo ocultar la presencia de elementos disidentes. Una historia trepidante en la que asistimos al choque de dos mundos enfrentados, a través del enfrentamiento de sus personajes. La abnegación, la codicia, el idealismo y la ambición van de la mano con el amor, el interés, la traición y la envidia.
—Sobre los personajes de su obra, sostiene que todos ellos “revelan lo peor y lo mejor de la condición humana”.
—Jack es un joven capataz hecho a sí mismo, trabajador y ambicioso a partes iguales, que de la noche a la mañana se ve abocado a la miseria. Un crimen oscuro le empuja a unirse al de los desesperados que se embarcan hacia la Unión Soviética en busca del último paraíso. Allí desplegará toda su astucia y conocimiento para volver a prosperar hasta advertir que a su alrededor, sus compatriotas están siendo masacrados. Jack se enfrentará al dilema de salvar a unas familias condenadas a los campos de concentración o continuar con una vida llena de privilegios. Su amigo Andrew, un idealista y firme defensor del régimen soviético, adherido a la policía secreta rusa, representa el contrapunto de Jack. Él y la joven doctora Natasha Loban, serán quienes pongan a prueba el verdadero valor de Jack.
—Con solo dos obras publicadas “La escriba” (2008) y “El lector de cadáveres” (2011) ha conquistado a los aficionados de novela histórica y ha sido traducido a una docena de idiomas. Con “El lector de cadáveres” fue número uno en ventas en Amazon.com en Estados Unidos, en junio de 2013. ¿Se imaginó en algún momento todo lo que le está pasando?
—Obviamente, nunca imaginé alcanzar el puesto número uno de ventas en los Estados Unidos con una novela traducida al inglés. Cuando mi mujer me dio la noticia no la creí y cuando lo leí, tuve que pellizcarme. Ahora, con el Premio Fernando Lara, estoy aún conmocionado. Solo tengo palabras de agradecimiento para todos aquellos que me han apoyado y ayudado, y sobre todo, agradecimiento para los lectores, que son los verdaderos artífices de este sorprendente éxito.
—Me siento como uno más de cuantos han luchado por conseguir un sueño. En mi caso, ese sueño no consistía en llegar a ser alguien importante a través de los libros, sino en comprobar que estos podían ocultar en su interior vidas maravillosas que compartir, experiencias que disfrutar y mundos que descubrir. Ese fue mi gran regalo, como ahora lo es poder escribir libros para que sean otros lectores quienes se empapen de la magia que atesoran.
—En una librería de Brooklyn compré un ensayo que mencionaba la publicación de un anuncio en el New York Times de 1930 en el que se prometía trabajo y felicidad para todos los americanos sin empleo en la nueva Unión Soviética. La historia me conmovió por lo desconocida y atractiva. Miles de familias lo creyeron y se embarcaron hacia un paraíso prometido sin imaginar que se dirigían hacia su propia perdición.
—Sin duda, pese a que aquella crisis fue más dramática. Millones de personas se quedaron en la calle sin ningún tipo de prestación. Ni paro, ni sanidad, ni vivienda. Sin nada que comer. Muchas mujeres se convirtieron en prostitutas para salvar a sus hijos y Central Park se transformó en un arrabal de chabolas habitado por criminales. Una historia muy dura, pero verdadera y rebosante de thriller.
—”El último paraíso” nos narra la apasionante epopeya de un grupo de desesperados que lucharon por encontrar la felicidad en un ambiente tremendamente hostil. La policía secreta soviética tomó a los emigrantes extranjeros como cabezas de turco para culparles de los extraños atentados que ocurrían en sus factorías, y de ese modo ocultar la presencia de elementos disidentes. Una historia trepidante en la que asistimos al choque de dos mundos enfrentados, a través del enfrentamiento de sus personajes. La abnegación, la codicia, el idealismo y la ambición van de la mano con el amor, el interés, la traición y la envidia.
—Jack es un joven capataz hecho a sí mismo, trabajador y ambicioso a partes iguales, que de la noche a la mañana se ve abocado a la miseria. Un crimen oscuro le empuja a unirse al de los desesperados que se embarcan hacia la Unión Soviética en busca del último paraíso. Allí desplegará toda su astucia y conocimiento para volver a prosperar hasta advertir que a su alrededor, sus compatriotas están siendo masacrados. Jack se enfrentará al dilema de salvar a unas familias condenadas a los campos de concentración o continuar con una vida llena de privilegios. Su amigo Andrew, un idealista y firme defensor del régimen soviético, adherido a la policía secreta rusa, representa el contrapunto de Jack. Él y la joven doctora Natasha Loban, serán quienes pongan a prueba el verdadero valor de Jack.
—Obviamente, nunca imaginé alcanzar el puesto número uno de ventas en los Estados Unidos con una novela traducida al inglés. Cuando mi mujer me dio la noticia no la creí y cuando lo leí, tuve que pellizcarme. Ahora, con el Premio Fernando Lara, estoy aún conmocionado. Solo tengo palabras de agradecimiento para todos aquellos que me han apoyado y ayudado, y sobre todo, agradecimiento para los lectores, que son los verdaderos artífices de este sorprendente éxito.
