Es lo que parece
Dice una de las máximas marxistas, que hay que escuchar al pueblo, en su soberana y democrática opinión, y éste ha aceptado el cambio como modelo político a remar contra la crisis, el paro, la prima de riesgo y el riesgo que tiene mi prima, cuando la dejas sola en malas compañías.
Ya avisó el populacho en las municipales, castigando el motosierra del raíl y la falta de transparencia bajo el enchufismo malentendido. Decían por allá por la Roma de los Césares que a la mujer del César no le bastaba con ser honrada, sino que tenía que parecerlo. Por aquí comentan eso de “si quieres saber quién es Manolillo, dale un carguillo”. Hasta el Rey ha quedado “marcado” tras una campaña no muy dura, pero sí contundente. Que se prepare el gallego, que la marabunta de parados, los que hacen cursos y los que se pasean los lunes al sol, van a exigir, y mucho, con la facilidad de manifestarse que les encumbra; como hoy comentaba un “derrotado” (por una vez no hubo vencedores vencidos), para ganar, que ganen bien, que así no tendrán excusas. Los catalanes, en su eterna posesión de la versión más ceñida del ahorro, ya se han colocado las alcalinas. Mariano, no te han dado la razón por ganar, quizás has ganado por tener la razón; tal vez por esperar ver pasar el cadáver de tu enemigo, tal vez por aguardar su debacle, probable que tu paciencia, en la quietud, la pausa en la palabra y la nobleza de tus gestos hayan hecho de ti un líder en el ostracismo, un jefe sin secuaces. Que la fuerza te acompañe. En la salud y en la enfermedad. Hasta que las urnas te separen.
Francisco J. Peinado es profesor de Formación Vial