Entonces, puede ser Jaén

Entonces, entonces, o hasta siempre, o hasta que los calcetines aburridos de los mismos pasos nos digan como somos. Entonces, es una palabra que aparece en los cuentos y en las pesadillas de los científicos. Entonces, puede ser el principio con que nuestros padres intentan darnos el tiempo y los apellidos y después nosotros y nuestros hijos que saben cansarse antes del esfuerzo. Entonces puede ser Jaén, un cuento muy mal contado, un sitio a donde no ir, y una estampa, una flor sin el aroma que se espera, un sosiego y un cataclismo. También Entonces Jaén puede ser lo que somos, lo que no sabemos ni resucitar ni enterrar. Las gentes, que somos nosotros, con nuestros refriados y nuestros títulos de vida, aunque aprendemos a tocar el tambor y llorar cuando no hace falta. No me gustan ni los datos ni las estadísticas, no me gustan los emporios que nos dicen donde está la salud, ni tampoco donde está Jaén. No se como son las personas que se saben la tabla de multiplicar, pero sé que me dan el resultado de sus soluciones con tristeza. Jaén nunca será París ni Roma, aunque tenga una Catedral que la hicieron los hombres que tenían el tiempo justo antes de morirse. Jaén siempre puede ser un sueño o una pesadilla , o puede ser nuestro latido y nuestra referencia de los seres humanos combustibles y absortos, de los hombres y mujeres que pisamos este sitio. Nunca seremos un puerto de mar, y nunca seremos tan tontos para que nos quieran tampoco. En este tiempo de abril y fulgores de la tierra y el sol, solo cabe ser honesto y saber que algún día seremos nosotros, pero eso, sin pasarse.

Funcionario

    23 abr 2014 / 22:00 H.