Enterrada la doctrina Parot

Juan Manuel Chica Cruz desde ÚBEDA. Una decisión amarga para las víctimas y dulce para los asesinos se ha tomado en el tribunal de los derechos humanos de Estrasburgo. Una Justicia provista de venda para taparse los ojos y así no dejarse influir y balanza para sopesar con equidad pero que, visto lo visto, puede oír. De hecho, oía el estruendo de bombas, cascotes, y lamentos de muerte de los terroríficos atentados cometidos y horrorizada imponía con carácter retroactivo penas más duras.

    24 oct 2013 / 15:09 H.

    Ahora, lejos de aquí, una Justicia de rango superior que nunca ha oído (ni padecido) ese terrible ruido de explosiones y con la templanza de ánimo que reporta ser y estar ajeno y lejano a sufrimientos de familias de inocentes bárbaramente asesinados y haciendo oídos sordos dictamina que no es legal la doctrina Parot; por lo que saldrán de la cárcel criminales, justo decirlo, después de muchísimos años encerrados. Cabría preguntarse si esa Justicia hubiera decidido igual si nuestro país tuviera más peso, y también, si no hubiera sido conveniente revisar que actividades ha realizado todos esos verdugos en la cárcel para ver reducidas sus condenas. La sangre inocente derramada así lo exigía. Con todo, la Justicia nos guste o no, funcione mejor o peor, oiga o no, es de lo poco que nos separa de la barbarie. Todavía.