ENRIQUE CÁRDENAS GARCÍA: “Me siento como la madre de los jugadores del Jaén”
Juan Rafael Hinojosa
Siempre ojo avizor para atender las necesidades de los jugadores del Real Jaén, en sus distintas categorías, Enrique Cárdenas es una auténtica institución en el club.
Siempre ojo avizor para atender las necesidades de los jugadores del Real Jaén, en sus distintas categorías, Enrique Cárdenas es una auténtica institución en el club.
Nacido en el barrio capitalino de Peñamefécit, el utillero del equipo desempeña con abnegación su trabajo, con la ilusión de alentar al conjunto para verlo, algún día, al menos, en la Segunda División A, donde cree que por entidad debe militar la escuadra blanca y que esta temporada recién concluida estuvo a punto de conseguir con una muy buena trayectoria.
—¿Cómo alcanzó usted el puesto que ocupa en la actualidad?
—A lo largo de mi vida he trabajado en distintos menesteres, como en una compañía petrolífera, en Carrefour, en Cuétara o como empresario del sector del calzado. Hace seis años tuve la oportunidad de integrarme en el Real Jaén. Trabajé como número dos con Diego del Moral y, hace uno, al jubilarse él, me convertí en el utillero.
—¿Cuáles son los cometidos propios de la labor que realiza?
—Básicamente, me encargo del material deportivo, de que todo esté a punto cuando se necesita. En este sentido, me considero, por decirlo de alguna manera, la madre de los jugadores y del cuadro técnico. Debo conseguir que tengan la ropa, incluida la interior, y que esté lista. Hay que lavar las equipaciones de todas las categorías, desde las de los niños a la de los componentes de la primera plantilla.
—¿Qué es lo más gratificante que tiene la misión que tiene encomendada?
—Para mí todo es bueno. Me gusta lo que hago y soy un forofo del Real Jaén. Pienso que estar aquí es lo mejor que me podía haber pasado en la vida.
—¿Algo habrá malo en ser utillero?
—Si acaso, sería la cantidad de horas que hay que echarle a este trabajo. Me encuentro perenne, desde la mañana hasta la noche, los siete días de la semana, incluidos los festivos. Sin embargo, el entusiasmo por lo que hago es tal que ni siquiera me voy de vacaciones. El periodo de descanso lo dedico a limpiar y arreglar el campo. Es algo voluntario y no obligatorio, pero no me pesa.
—¿Fue alguna vez futbolista?
—De pequeño, estuve de infantil, pero, por motivo del trabajo de mi padre, pronto me quitaron y tuve que dejarlo.
—¿Cómo vivió el palo que supuso, el pasado domingo, que el equipo de sus amores se quedara a las puertas de la división de plata del fútbol nacional?
—Como el resto de los seguidores, lo pasé muy mal. Estoy hecho polvo. Habíamos puesto mucha ilusión en el ascenso porque estamos convencidos de que tanto la afición como el equipo son de Segunda División. Todos pensábamos que este era nuestro año y esperábamos que La Victoria fuera una fiesta para celebrar que se subía.
—¿Opina que continuar la próxima temporada en Segunda B es un fracaso?
—De ninguna manera. Al empezar la Liga sabíamos que el equipo estaba capacitado para estar en la parte alta de la tabla, pero nunca pensamos que hubiera ascenso. Creo que la meta no se logró por mala suerte.
—Volviendo a su quehacer profesional, ¿está bien pagado el utillero del Jaén?
—Lo económico es lo de menos, así que pienso que ni bien ni mal pagado.
—¿Cómo son sus relaciones con los jugadores de la primera plantilla?
—Excelentes. Por eso me alegro por los que siguen y me da pena por los que se van.
—¿Qué opinión le merece, como persona, el entrenador Carlos Terrazas?
—Es un poquito serio, pero muy coherente. De cualquier manera, es una persona muy normal y, en este sentido, también tiene su cachondeo y su simpatía.
—¿Cree que el técnico vizcaíno está capacitado para llevar al club a Segunda?
—Sí, lo conozco bien y creo que es el mejor entrenador que puede haber.
—¿Cuáles son las características de la afición de la ciudad jiennense?
—Es de primera y lo mejor que tiene el Real Jaén. Le pido que siga apoyando a los jugadores en la nueva temporada.
—¿Cómo definiría al presidente del conjunto blanco, Carlos Sánchez?
—Es una gran persona, en todos los sentidos, y da su vida por el club.
—¿Son mejorables las instalaciones del Estadio de La Victoria?
—Podrían mejorar mucho, porque tienen carencias. Por ejemplo, sólo dispone de dos vestuarios, de manera que no es posible disputar un torneo triangular. Pienso que el edificio se hizo mal y es poco accesible para las personas discapacitadas.
—¿En qué sentido es necesario trabajar la próxima campaña para que los resultados sean satisfactorios?
—Principalmente, mucho sacrificio y entrega, para estar entre los primeros. El equipo debe ser precisamente eso, un equipo, por encima de las figuras y las individualidades.
—¿Se hace una buena labor en la entidad con la cantera?
—De la cantera puedo hablar poco, pero está claro que se intenta hacerlo lo mejor posible. Yo tengo relación con ella porque soy delegado del conjunto alevín.
—¿Comprende su familia la pasión que siente por el balompié y la dedicación que le merecen los cometidos propios del puesto de utillero del Real Jaén?
—En general, sí, aunque a veces surgen roces porque son muchas horas cada día. Además, mis familiares también guardan relación con el deporte. Mi hijo va para futbolista. Como alevín ha jugado con las selecciones de Jaén y la de Andalucía.
—¿Estima que se valora su trabajo en el seno de la entidad blanca?
—Sin duda. Yo sólo con estar ahí me siento realizado. Es un honor ser un empleado de Carlos Sánchez, la persona de la mano de la cual llegué a ser utillero.
—¿Cómo es relación con “Pipiolo”, el encargado del campo?
—Nos llevamos bien, como no puede ser de otro manera entre compañeros.
—¿Sufre usted mucho durante los partidos de competición?
—Sí, sobre todo en partidos en los que se puede ganar y, al final, no se consigue. Es lo que ocurrió el domingo ante el Villarreal B. Durante unos minutos estuvimos en Segunda, pero finalmente no pudo ser. En fin, qué remedio queda. Molesta que se escapara la victoria, pero hay que seguir adelante.
—¿Cuándo se acabará el breve paréntesis veraniego?
—El día 22 de julio es el reconocimiento médico y, por la tarde, se empieza a entrenar. A partir de ahí, arranca la pretemporada y debemos estar preparados para que se desarrolle con normalidad. Cuando comience la Liga volveremos a nuestro cometido y estaremos atentos a que los jugadores del Real Jaén tengan la indumentaria en perfecto estado y a cambiarla en caso de que, por lances de los partidos, manchen las prendas de sangre. Espero volver a estar a la altura de las circunstancias y atender a los componentes de la plantilla del Real Jaén lo mejor que sea posible.