Enric Juliana: 'La nueva economía deberá basarse en otra geografía'

Ignacio Frías /Jaén
Vídeo-Reportaje.-El periodista, director adjunto de La Vanguardia y escritor catalán, Enric Juliana, considera que la geografía jugará un papel muy importante en la nueva economía. Juliana participó anoche en el ciclo “Una mirada crítica a nuestro mundo” que organiza Diario JAEN con el patrocinio de Caja de Jaén.

    08 may 2009 / 10:26 H.

    “La geografía volverá a ser muy  importante y el nuevo modelo económico tendrá que ser replanteado”. Enric Juliana, en su conferencia, quiso lanzar un mensaje de optimismo, pero basado en el realismo. Señaló que el panorama actual en España es que hay un millón de casas por vender. También indicó que los grandes países productores de bienes de consumo son, hoy por hoy, China e India, cuyo mercado más importante es Europa. Esa circunstancia coloca a España en un lugar geográfico estratégico, ya que los primeros puertos de mar más próximos que encuentran los productos chinos e indios son los españoles, como el de Valencia y el de Algeciras, aunque este último, dijo, se emplea más para el trasvase de mercancías a otros barcos que luego siguen su ruta. “La geografía vuelve a mandar y hay que estar atentos a ella”, subrayó, y crear en el Mediterráneo “un corredor que sea capaz de absorber la cantidad de mercancías que llegan de Oriente”. En ese sentido, también se refirió a la provincia de Jaén, a la que describió como “el principal eje ferroviario norte-sur, que llega a Despeñaperros y se desplaza hacia Sevilla y Córdoba”. Ante esa circunstancia geopolítica, Enrico Juliana consideró: “Hay que hacer apuestas serias para que Jaén no se quede aislada del transporte. Hay que hacer la revalorización de la geografía y reemprender el discurso político”. El conferenciante fue presentado, en el Aula de Cultura de la Diputación, por el sacerdote y periodista Juan Rubio, director de la revista Vida Nueva. En su presentación apreció: “Vamos a hablar de las Espadas desde la periferia. Una visión sentimental, independiente y política de otras visiones periféricas”.

    Las frases

    “La crisis económica no es coyuntural, es un situación que tendrá un recorrido. No es un paréntesis”

    “La geografía vuelve a mandar y hay que estar atentos a la geografía”

    “Hay que recupera aspectos que quedaron en un segundo plano: la agricultura, la industria agroalimentaria más potente y la logística”

    “Una de las causas de la situación actual es que hemos estado hechizados por las nuevas tecnologías”

    “La gran baza que tiene el país para superar la recesión económica es la de ser capaz de absorber, por medio de sus puertos, las cargas de las potencias distribuidoras, como China, además de saber darles un valor añadido”

    “El nivel más alto de desprecio que conozco entre el norte y el sur es en Italia, donde los habitantes de arriba llegan a llamar a los de abajo chimpancés”

    “Yo no soy de la facción minoritaria de Cataluña que piensa que le da igual España ”

    “Madrid es la capital puesta en un descampado por el mero hecho de estar en el centro equidistante”

    “Siempre, en España hemos funcionado sobre la base de las grandes incomunicaciones”

    “Como decía Sartre “el infierno son los otros” y los españoles decimos que los nacionalistas son los otros”

    “Debemos ver la crisis como la finalización de un periodo virtuoso en España”


    Juliana asegura que la pobreza ahora tiene un lugar social


    Ignacio Frías /Jaén
    El concepto del Sur, un lugar geográfico concreto pobre y poco desarrollado, no es hoy el que se tenía hasta hace unos años. Enric Juliana considera que hay muchos puntos donde se ubica el Sur económico y social. También se refirió a la relación de Cataluña con España.
    “El Sur de España está en Orense, en Zamora, en los territorios que experimentan un proceso de despoblación, en Santa Coloma de Gramanet, allí donde la principal industria es la Seguridad Social. Ese es el Sur español”. Con esta rotundidad, planteaba Enric Juliana esos y otros aspectos que recoge en su último libro La deriva de España. Geografía de un país vigoroso. “En mi libro intentaba reconstruir una cierta geografía, donde el Sur de España ya no es exclusivamente Andalucía”. También añadió de que, incluso antes de que Franco muriese, España se estaba reorganizando y se estableció la idea de la medida de la justicia y de la propiedad de la tierra. Esas ideas, dijo, también tenían un acervo muy fuerte en Cataluña.
    También indicó que su primer libro La España de los pingüinos era una reflexión sobre el clima de crispación que se vivía en la anterior legislatura. En varias ocasiones retomó el hilo de la crisis económica, al abordarla desde distintas facetas. Juliana manifestó que, ya en el verano de 2007, había personas que pronosticaron la crisis económica. “Pero, con estas cosas, en nuestro país ocurre como con Manolito y el Lobo, y es muy difícil percibir el momento real en que se produce la complicación”. No obstante, considera que la crisis ha de verse con normalidad. “Debemos ver la crisis como la finalización de un periodo virtuoso en España, manifestó. Recordó que, con la llegada de la democracia se crearon expectativas muy positivas que nunca llegaron a abandonarnos “porque las perspectivas estaban trazadas previamente”. Por primera vez, el país tenía un programa de reconstrucciones democráticas muy bien estructurado. Más tarde, añadió, se produjo una segunda historia de éxitos, con la expansión de los mercados económicos, no sólo en términos estadísticos, sino también políticos y psiciológicos.


    Manuel Ruiz de Adana

    Soy lector de La Vanguardia y el otro día leí “catalanes virtuosos”, ¿qué significa este término?

    Yo no he acuñado este término, que quizá vendrá del fútbol. Pero sí tengo uno mío que el año pasado tuvo una cierta repercusión —incluso se llegaron a hacer unas camisetas—. Es el catalán empreñat, que es una expresión difícil de traducir, pues no es exactamente estar cabreado. Es estar enfadado de una manera sorda y continua, para entendernos. Utilicé esa expresión en un momento en el que había motivos para estar enfadados porque en el verano de 2007, mientras redactaba mi libro, pues se fue la luz en Barcelona. Los trenes de cercanías dejaron de funcionar, los trabajadores del aeropuerto invadieron la pista, con el riesgo de que ocurriera alguna tragedia. Y durante unos meses se fraguó la idea de que alguna maldición bíblica estaba cayendo sobre Barcelona. Aquello se unió a unos sentimientos que todavía perduran, que están vivos, de enfado por la situación política, tanto por las tensiones que se han registrado en estos últimos años en el debate político en relación con el concepto de España, y también el debate interno. El catalán empreñat es un estado de ánimo que perdura, aunque algunos piensen que no los hemos inventado. Unos amigos míos del PSC decían que ni en tiempos de Felipe González habíamos tenido un resultado tan bueno. Sí, eso ocurrió así porque el último día la convocatoria electoral plaentó una pregunta: “esto o lo otro”, y en estas elecciones estaba claro. “Quiere que siga Zapatero en el Gobierno o que esté el PP”, pues una amplia mayoría en Cataluña optó por Zapatero. Veremos los próximos años como evolucionan las cosas. En Cataluña se ha creado un sentimiento de enfado autoalimentado, incluso, por los errores de los políticos catalanes, en la autoestima.

    Juan Carlos López

    “Le recuerdo una broma de La Cordorniz en la que se decía que dado que el  desarrollo del norte respecto al sur, sería mejor que los mapas estuvieran al revés”

    “Eso está bien, pero me parece que en términos geográficos, si tuvieramos que dibujar la región deprimida de España habría que situarla en el sur, sin embargo no coincidiría con los mapas hoy existentes, ya que las ciudades atlánticas de Galicia, no están en la fase depresiva, aunque alguna de ellas, como Vigo, se enfrentan a alguna dificultad muy importante —la industria de la automoción lo están pasando mal—. Entonces habría que dibujar un perímetro que indicara la zona deprimida. Pero también lo podríamos enunciar de otra manera: el sur de España en términos políticos, está en la periferia de Barcelona, en Madrid, posiblemente en algunos barrios de Sevilla, donde vive la población que está sufriendo las dos consecuencias de la crisis. Cerca de Santa Coloma de Gramanet hay un 40% de inmigrantes de diferentes nacionalidades en unas condiciones duras, y que allí no haya pasado aún nada es un síntoma positivo. Pero nos enfrentamos a una situación en la que el desempleo está creciendo, que los recursos públicos no se pueden reordenar en todos los sentidos con la misma intensidad; pero allí hay que hacer algo, pues puede pasar cualquier cosa. Pero se puede decir que eso siempre ha pasado y otra cosa es el tema territorial, y no podemos tener regiones de quita y pon. Me refiero a que hay realidades que hace 50 años eran impensables, como las grandes ciudades que funcionan hoy. Andalucía ha aprovechado mucho y bien, no sólo ha recibido. Ha replanteado formas de vida, como la combinación de la vida urbana con la rural, pues es en esta región donde se dan las condiciones físicas y económicas”.