Enredados en la batalla
Amenazaba con ser la serie del año y, sin embargo, va camino de convertirse en película. “Enredados” están en el Ayuntamiento de la capital los cuatro grupos políticos. Unos más que otros, eso sí. Y esto no ha hecho más que empezar. En los prolegómenos de un mandato que se presagia altamente intenso en el debate, hay un partido que está dispuesto a dar la batalla hasta conseguir sus pretensiones. Ciudadanos quiere llevar la voz del pueblo al edificio de la Plaza de Santa María. Sus tres concejales están dispuestos a darlo todo por el bien de quienes los votaron y de los que no lo hicieron. Lo que ocurre es que hay algo por lo que no pasarán: la gratuidad. La política es, para ellos, un trabajo, una dedicación exclusiva que se paga. Lo dicen alto y claro. Sin reveses.

“Enredados” están desde que se abrió el melón de las liberaciones y las asignaciones económicas. Cierto es que hay muchos asuntos más sobre la mesa, como las noventa y seis propuestas encaminadas a mejorar la ciudad. No obstante, la chispa del fuego cruzado entre unos y otros, en el fragor de la batalla política, la encendió “poderoso don dinero”.
Hubo una primera reunión del alcalde, José Enrique Fernández de Moya, con cada uno de los grupos que se sientan en el salón de plenos. Fue una toma de contacto en la que se expusieron planteamientos dignos de una posterior reflexión. Quedaron para una segunda cita y, a puerta cerrada, ayer estaba prevista con Ciudadanos. ¿Qué pasó? Que no se celebró. ¿Por qué? Por una ausencia, precisamente la del alcalde. “Nos ha dado plantón”, espetó el concejal Víctor Santiago. Lo dijo después de enviar una convocatoria de rueda de prensa, para hoy, en la que dará habida cuenta del monumental enfado que hay en sus filas. En representación del Grupo Popular acudieron Reyes Chamorro y Miguel Contreras. Pero no les valió: “Si queremos firmar algún documento, ellos no están autorizados”, agregó. Así que no se produjo la reunión. Media vuelta y, de nuevo, “Enredados”. Desde Ciudadanos no entienden cómo un partido que no goza de mayoría absoluta para gobernar “sigue en sus treces”. “No nos dan documentos, no tenemos ni siquiera un despacho y estamos hartos de dar bandazos en los bares”, subraya el que fue número dos en la candidatura encabezada por Salud Anguita. Y advierte: “Si el Partido Popular quiere una oposición constructiva, tendrá que darnos las tres liberaciones que pedimos. La austeridad es otra cosa”. Miguel Contreras aclara que José Enrique Fernández de Moya, en aquella primera cita, habló de futuras reuniones hasta llegar al consenso, pero en ningún momento se comprometió a estar él. ¿Acaso no estoy yo legitimado?, pregunta de forma retórica. Y, en cierto modo, es verdad que sigue en “sus trece”: “Tres liberados es imposible, porque tenemos que respetar el principio de proporcionalidad”.
“Enredados” están también por la fecha de la convocatoria del pleno en el que se aprobará la organización interna del Ayuntamiento: el 16 de julio. Manuel Fernández, del Grupo Socialista, se queja del “parón” que sufren e insta al alcalde a convocar un encuentro urgente, a cuatro bandas, para cerrar debates. El portavoz de Jaén en Común, Manuel Montejo, opina algo parecido: “Ya vamos tarde”. También se muestra de acuerdo con la proporcionalidad, en términos económicos, pero subraya la necesidad de que impere la “sobriedad”.
El Partido Popular se escuda, precisamente, en esa falta de mayoría absoluta para convocar un pleno tan importante en una fecha lejana en el tiempo. “Necesitamos muchos días para negociar. No podemos llegar a la sesión sin tenerlo todo consensuado”, comenta. Y, así, continúan “Enredados”.