El encargado de una finca perece ahogado en un canal de Baeza

Juan Rafael Hinojosa / Jaén
Juan Antonio G. O., un canenero de cuarenta y tres años fue rescatado, ayer, sin vida de un canal situado a caballo entre Baeza y Bedmar. Se baraja la hipótesis de que cayera al agua en un intento por salvar a su perro, que también murió ahogado. El cadáver estaba en el sifón de una tubería.

    01 ago 2009 / 11:32 H.

    La finca bedmarense La Serrana fue el escenario, ayer, de un luctuoso suceso. Los buzos de la Guardia Civil hallaron, en torno a las nueve y cuarto de la mañana, en el sifón de un canal, el cuerpo sin vida de Juan Antonio G. O., un vecino de Canena de cuarenta y tres años que trabajaba como encargado en la explotación.  El hombre era buscado desde hacía horas, después de que se constatara su desaparición.
    El punto exacto está situado, según el servicio de emergencias 112, en el término de Baeza, aunque muy cerca del de Bedmar. La zona, conocida como Cortijo  Pedro Marín, se ubica junto al río Cuadros, muy cerca de su confluencia con el Guadalquivir.
    Según fuentes vecinales de Canena, el hombre llegó a la finca el jueves por la noche, en compañía de su hijo, un menor de edad, que al notar su ausencia comenzó a buscarlo. Numerosas personas participaron, junto con agentes de la Policía baezana y del Instituto Armado, en el posterior dispositivo para dar con él.
    De acuerdo con el 112, a última hora de la tarde del viernes se encontraron el coche, el móvil y otras pertenencias de Juan Antonio G. O. Al parecer, el vehículo tenía las llaves puestas. También se localizó un perro del fallecido. La alcaldesa de Bedmar, Micaela Valdivia, señala que se maneja la hipótesis de que la víctima se lanzara al agua en un intento por salvar al can y que, una vez en la corriente, fue incapaz de regresar a la orilla.
    El cadáver fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense de Jaén, a mediodía de ayer, para que se efectuara la preceptiva autopsia. El resultado esclarecerá las causas de la muerte y sus circunstancias. Por el momento se desconoce la hora exacta a la que ocurrió el percance, aunque resulta muy probable que el accidente ocurriera el jueves o el viernes de madrugada.

    consternación. La pérdida ha supuesto conmociona al pequeño municipio de La Loma donde el fallecido, casado y con dos hijos, era una persona muy querida y conocida. El alcalde, Juan Serrano, declinó hacer declaraciones sobre el suceso y se limitó a afirmar que se sentía especialmente afectado, ya que el vecino era familiar suyo. Se espera una gran afluencia al funeral, que está previsto para las siete de la tarde de hoy.   Ayer se suspendió, en señal de luto, la inauguración de una exposición de artesanía.
    El paraje en el que ocurrieron los hechos se encuentra en una zona caracteriza por la presencia de un tupido sotobosque con vegetación de ribera, que dificultó las tareas de búsqueda. Hasta los olivares de las fincas próximas al canal se accede a través de la carretera que atraviesa el denominado Puente Mazuecos, que salva el río Guadalquivir. Se trata de una zona relativamente próxima a la entidad local autónoma de Garcíez, perteneciente al municipio de Bedmar.