Encajes para sobrevivir

Lo primero que hizo Antonio José García, “Torres”, nada más acceder a la sala de prensa del Municipal de Linarejos fue defender el trabajo de sus jugadores. “Me siento orgulloso de este grupo. Se han dejado el alma en el campo”, comentó después de que el Linares lograra un sufrido punto ante el Sevilla Atlético. Acto seguido, reconoció que el equipo “ha tocado techo” y que la plantilla no da para más, máxime cuando enfrente tiene a rivales del potencial del filial sevillista. “Para ganar un partido, tenemos que hacer un máster, estar al 150% y encima tener suerte”, manifestó con resignación. Por primera vez, Torres hablaba públicamente de las limitaciones del vestuario y de la necesidad de reforzar el plantel con vistas al mercado de invierno.

17 nov 2015 / 11:38 H.


La confesión del entrenador azulillo tan solo reafirma lo que toda la grada lleva tiempo percibiendo. Porque más que los resultados, son las sensaciones. Las actuaciones frente al Linense y al Sevilla Atlético dejan al descubierto las carencias del Linares en todos los aspectos. La plantilla es corta, más si cabe por las lesiones, justa y, sobre todo, descompensada. Los gestos de frustración e impotencia son ya visibles en el rostro de Torres a la conclusión de cada partido. A pesar de que tiene asumido, desde que comenzó el curso, que este año toca sufrir, y mucho, su decepción se acrecienta cuando el equipo ya está desfondado y debe introducir cambios. Ese es el momento que más dudas genera. Las sustituciones pocas veces logran el efecto deseado, ya que lo más que se consigue es aguantar el marcador, en el mejor de los casos. Si se analizan cuestiones meramente futbolísticas, no es un secreto que la falta de profundidad maniata al Linares.
Basta con ver la alineación del pasado domingo —similar al que juega todas las jornadas— para comprender que no es una reflexión baladí, sino la cruda realidad. De los once que jugaron frente al filial sevillista, nueve continúan de la pasada temporada, es decir proceden de Tercera División. De esos nueve, con experiencia contrastada en la categoría, solo dos, Higinio Vilches y David Gámiz. El resto ha tenido poco o ningún protagonismo en la Segunda B. Esto no pone en cuestión su rendimiento, más bien todo lo contrario, pondera su extraordinaria adaptación a la categoría. Poco o nada se le puede reprochar a Corpas, Bauti, Fran Carles, Jonathan Rosales, Rodri —la autentica sensación del Linares junto con Jorge Sánchez— y Lara.
¿Cuál es la solución para competir con algo más de garantías? La respuesta es sencilla: reforzarla en el mercado invernal con jugadores que, por supuesto, mejoren lo que hay. “Qué nos vendrían bien unos refuerzos, pues claro, sabemos cuáles son nuestras carencias. Vamos a mirar el mercado, pero depende del club”, admitió. ¿Y si no hay fichajes? “Pues exprimiremos lo que tenemos”, concluyó Torres.