En libertad con cargos el detenido por apuñalar a un hombre en la calle
Rafael Abolafia / Jaén
Joaquín M. C. ya está en la calle. La Policía detuvo a este vecino de la capital el pasado domingo, acusado de apuñalar a un hombre porque intentó poner paz en una discusión que mantenían el presunto agresor y una mujer. El juez lo dejó en libertad con cargos, porque sólo le imputa un delito de lesiones.

Joaquín M. C. ya está en la calle. La Policía detuvo a este vecino de la capital el pasado domingo, acusado de apuñalar a un hombre porque intentó poner paz en una discusión que mantenían el presunto agresor y una mujer. El juez lo dejó en libertad con cargos, porque sólo le imputa un delito de lesiones.
Después de conocer el auto del magistrado Blas Regidor, Joaquín M. C., de 59 años, abandonó el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén. Lo hizo acompañado de uno de sus hijos, que amenazó a los medios de comunicación congregados en la puerta de sede judicial. La decisión de poner en libertad con cargos al detenido fue sorprendente. ¿Por qué? Hay que recordar que Joaquín M. C. fue detenido por la Policía acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. Presuntamente, el pasado sábado por la noche, asestó dos puñaladas a un ciudadano de origen marroquí en medio de una trifulca en la calle Málaga, en Peñamefécit. La víctima acudió al hospital para ser atendido. Tuvo que ser intervenido de urgencia y todavía se recupera de las graves heridas que sufrió.
Este ciudadano marroquí relató a la Policía que había estado bebiendo copas con su presunto agresor. Al salir del pub, Joaquín M. C. discutió con una mujer, al parecer, su pareja. Entonces, la víctima intentó poner paz. Como respuesta, se llevó dos puñaladas en el abdomen, siempre según su versión.
Pocas horas después, los agentes ponían los grilletes a Joaquín M. C. Ayer, fue puesto a disposición judicial. Declaró ante su señoría no saber nada del apuñalamiento, tal y como explicó su abogado. Coincidió con el herido en que bebieron en abundancia y se fumaron varios porros. El presunto autor de los hechos afirmó que, en la calle, vio cómo la víctima le ponía la mano sobre el hombro a una de sus hijas, un gesto que le recriminó. A partir de ahí, forcejearon. Sobre las heridas que tenía su rival, explicó que no sabe cómo se las produjo.
Además de la gravedad del ataque, hay que recordar que Joaquín M. C. ya cuenta con antecedentes previos. De hecho, tiene a sus espaldas diez detenciones anteriores. Por eso, sorprendió que quedara en libertad.
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