26 may 2014 / 22:00 H.
Se barrunta que se pueda rodar la serie juego de tronos en Andalucía, en Jaén dicen los más optimistas. Tras el revés del asunto Catedral-Patrimonio de la Humanidad, no estaría nada mal; imaginemos al alcalde con su cota de malla defendiendo el tema ante las hordas de Icosmos, en la Plaza de Santa María, rodeado de banderas de Vandelvira y bandones con el Santo Rostro. Sería evitable que diera Botella la arenga final a los soldados, por eso del inglés como lengua universal, o por aquello de los días de convocatoria. Y puestos a imaginar, qué sería de la madre de dragones echando unos chatillos de vino en el Gorrión, toda vez que el Bodegón se nos ha ido sin poder aguantar más las turbulentas aguas de la crisis que arrecian con todo bien. Tampoco estaría mal ver a cualquiera de los fieros guerreros caracterizados, con las piernas cruzadas, sentado bajo la marquesina, esperando el paso del tranvía, con pose de caballero inglés pero mirada despiadada de aguerrido y manos. Por si acaso me apunto como extra, que de protas va el zurrón lleno. Incluso podríamos convertirnos en destino internacional de rodajes pre medievo y, por qué no, de celebraciones suntuosas. En vez de pasear la décima por Madrid en autobús descubierto, descapotamos el tranvía y a pasear títulos. Salida en Hacienda, que para eso somos casi todos, llegada, Vaciacostales, y de paso salimos en el programa de mi querida María en Onda Jaén. “¿Qué tal la final? Bueno, lo intentamos hasta que nos quedaban fuerzas, pero estoy orgulloso de mis jugadores que lo han dado todo”, o cualquier otro tópico digno de perdedor digno. Sin entrar a cortar césped ni regar pepinos. Pero no sólo de celebraciones deportivas podíamos anunciarnos, también para las políticas; como ellos siempre ganan, tendríamos raíles ocupados toda la temporada. Los que ganan perdiendo porque es lo que esperaban, los que siguen segundos porque son los primeros del resto, los que se mantienen porque el empate es un buen resultado, los que aparecen qué más le puedes pedir al novato, los que desaparecen, son ciclos de la vida, que diría el Rey León. Hakuna Matata (Vive y sé feliz).