En el día de la mujer trabajadora
Desde Jaén. Si te montas la vida en busca de cualquier logro que te lleve a abdicar de realizarte
plenamente en tu “ser mujer”, vives en una biología mutilada. El precio pagado es muy alto y de alguna manera has devaluado tu “feminidad”, tu natural “ser mujer”,
tu posibilidad de “ser madre”. Algunos te dirán que “eres algo más que una incubadora” que puedes pensar, y soñar, y hacer, y lograr, y escalar las más altas cumbres laborales, sociales, culturales, pero, realizarte prescindiendo o minusvalorando parte de tu esencia de mujer es solo navegar escorada. Y al final de una toda una travesía escorándote puedes terminar varada, desfigurada, irreconocible. La auténtica realización del ser humano es global; se sustenta en poner “en valor”
todas sus potencialidades; es disfrutar y saborear, todas y cada una de las esencias de su “ser hombre” o su “ser mujer”.
Cuando pagas o sacrificas una porción de tu “ser esencial” para promocionarte, te estas mutilando; te pasas al otro lado del espejo y terminarás siendo pura virtualidad; ya no te puedes ver, solo lo que otros han proyectado para ti y a lo que dócilmente te has rendido.
La fundamental vocación es vivir creciendo cada día en un “más y mayor” logro de tu ser mujer en plenitud. La feminidad o la maternidad, no son “taras”, ni “discapacidades”, ni “vergonzantes limitaciones” que tengas que esconder o reprimir para promocionarte social, laboral o culturalmente. Son parte esencial de tu “ser mujer” y por ello deberían conformar, junto con todas tus demás capacidades, tu realidad promocional.
En el día de la mujer trabajadora, reivindica tu derecho al trabajo a “coste cero” de tu “ser mujer”. Cuando tu maternidad es vista a veces como un impedimento en tus relaciones laborales, cuando te sugieran prescindir de tu condición de mujer para promocionarte en la empresa, cuando te fuerzan a “elegir” entre tu vida y tu trabajo.
Tu reivindicación debe ser por una efectiva conciliación de tu vida laboral y familiar.
álvaro domínguez (red local de derecho a vivir)
plenamente en tu “ser mujer”, vives en una biología mutilada. El precio pagado es muy alto y de alguna manera has devaluado tu “feminidad”, tu natural “ser mujer”,
tu posibilidad de “ser madre”. Algunos te dirán que “eres algo más que una incubadora” que puedes pensar, y soñar, y hacer, y lograr, y escalar las más altas cumbres laborales, sociales, culturales, pero, realizarte prescindiendo o minusvalorando parte de tu esencia de mujer es solo navegar escorada. Y al final de una toda una travesía escorándote puedes terminar varada, desfigurada, irreconocible. La auténtica realización del ser humano es global; se sustenta en poner “en valor”
todas sus potencialidades; es disfrutar y saborear, todas y cada una de las esencias de su “ser hombre” o su “ser mujer”.
Cuando pagas o sacrificas una porción de tu “ser esencial” para promocionarte, te estas mutilando; te pasas al otro lado del espejo y terminarás siendo pura virtualidad; ya no te puedes ver, solo lo que otros han proyectado para ti y a lo que dócilmente te has rendido.
La fundamental vocación es vivir creciendo cada día en un “más y mayor” logro de tu ser mujer en plenitud. La feminidad o la maternidad, no son “taras”, ni “discapacidades”, ni “vergonzantes limitaciones” que tengas que esconder o reprimir para promocionarte social, laboral o culturalmente. Son parte esencial de tu “ser mujer” y por ello deberían conformar, junto con todas tus demás capacidades, tu realidad promocional.
En el día de la mujer trabajadora, reivindica tu derecho al trabajo a “coste cero” de tu “ser mujer”. Cuando tu maternidad es vista a veces como un impedimento en tus relaciones laborales, cuando te sugieran prescindir de tu condición de mujer para promocionarte en la empresa, cuando te fuerzan a “elegir” entre tu vida y tu trabajo.
Tu reivindicación debe ser por una efectiva conciliación de tu vida laboral y familiar.
álvaro domínguez (red local de derecho a vivir)