En el Arquillos profundo

Sucedió durante años en ese pequeño municipio de El Condado, pero podría haber sido en cualquier otro escenario. “Lo que pasa de puertas para adentro no es asunto de otros”. “Los trapos sucios se lavan en casa”. Frases como esas se convierten con el tiempo en el germen de desgracias que, desde luego, sí que incumben a todos. El sórdido caso de la joven Benita Callejas Ortega, y ahora también de su hermana mayor, presuntas víctimas de los abusos y agresiones de su padrastro, se desarrolló ante los ojos de todos, pero nadie pudo verlo. O si lo hizo, pensó que no era asunto suyo. Ocurre igual con el maltrato, ya mucho menos que hace años, pero todavía hay muchos que piensan que es un problema doméstico y se mira hacia otro lado. Nada de eso. Hay que meterse donde no te llaman y denunciar, airearlo para que se sepa y se pueda intervenir, porque la víctima suele ser la última que tiene fuerza y coraje para hacerlo. Benita es la excepción, ella sí fue valiente.    

14 sep 2014 / 08:35 H.



 n audaz. Y valiente, audaz, para tomar prestada su palabra más utilizada, sí que fue el discurso de Antonio Maíllo ante la sociedad civil jiennense que lo escuchó el pasado lunes, en los Desayunos organizados por este periódico. Era la primera vez que hablaba en Jaén ante un auditorio que no fueran militantes o simpatizantes de IU.
Entre el público expectante había empresarios, políticos, profesores, dirigentes sindicales o alcaldes, a los que pudo trasladar su visión, la del líder de IULV-CA, de otra Andalucía, de otra provincia de Jaén, también. Fresco, directo y con contenido. Escucharlo, al menos, debería ser dogma de obligado cumplimiento.   

 n otra vuelta al cole. Un curso más. La semana pasada fueron los primeros y el lunes siguen las incorporaciones, hasta los más de 143.000 estudiantes que hay desde Infantil hasta Educación de Adultos. Este año la delegada Yolanda Caballero no ha tenido que bregar con grandes problemas. Lejos quedan los tiempos de su antecesora hace años en el cargo, Aurelia Calzada, con sindicatos beligerantes hasta la extenuación y serios problemas de adjudicaciones de plazas. Se curtió en mil y una batallas. Hace ya años que volver al cole no resulta traumático, más allá de los llantos de algunos niños, o de madres, que también.