Empresarios y sindicatos son acusados de cobrar comisiones

Teodoro Montes, antiguo jefe del departamento de gestión de la Formación Profesional Ocupacional de la Junta de Andalucía en Sevilla, que denunció las “graves” irregularidades existentes en la concesión de cursos de formación, aseguró este martes que la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y los sindicatos cobraron comisiones de hasta el 20 por ciento por subcontratar cursos a terceros.

    15 oct 2014 / 09:47 H.

     

    En este sentido, fuentes del caso informaron a los periodistas de que, durante su segunda jornada de declaración como testigo ante la juez de Sevilla, Mercedes Alaya, Teodoro Montes dijo que los sindicatos y “sobre todo” la CEA cobraron comisiones de hasta el 20 por ciento–en ocasiones era el 20 por ciento y en otras menos– a las entidades a las que subcontrataban para que dieran los cursos, a las que pedían dicha comisión antes de saber incluso los gastos que iba a conllevar el mismo.

    Según afirmó Teodoro Montes durante su declaración ante la instructora del caso, que en la segunda jornada prolongó por espacio de casi cinco horas, fueron las propias empresas subcontratadas para dar los cursos de formación “las que le dijeron personalmente que les obligaron a pagar comisiones para ser subcontratadas”, añadieron las mismas fuentes consultadas.
    Estas fuentes señalaron que, según lo relatado por el testigo, estas comisiones serían ilegales y no tendrían nada que ver con lo estipulado en el reglamento en relación a los cursos, según el cual, las empresas que subcontratan pueden justificar gastos indirectos de hasta el 20 por ciento vinculados a dichas actividades formativas, aunque en este caso fue una comisión solicitada de manera previa a la contratación.

    Maltrato. De otro lado, el testigo también dijo que una entidad vinculada a las personas discapacitadas dio un curso de formación en la provincia de Sevilla en el cual los alumnos, todos ellos discapacitados, “fueron maltratados física y psicológicamente”, de manera que dieron el curso a finales de julio, a las 16,00 horas y en un lugar cerrado y con cristaleras, donde la temperatura “podía alcanzar perfectamente los 55 y hasta los 60 grados centígrados”.

    “Las condiciones eran inhumanas y extremas”, relató Teodoro Montes, quien indicó que él mismo, en su labor de supervisión, acudió a comprobar el desarrollo de este curso de formación y se encontró a los alumnos discapacitados “dormidos”, por lo que cree que, “para evitar que se alteraran o se sublevaran” ante las condiciones en las que se estaba dando el curso, “los monitores-responsables les suministraron productos para tranquilizarlos”.

    Finalmente, y en vista de lo anterior, anuló el curso, según dijo durante su declaración, que se reanudará hoy a partir de las 11,30 horas con las nuevas preguntas de la juez Mercedes Alaya.