Emprendedoras y “súper mamás”

Cuando una mujer empresaria afronta el proceso de maternidad, ser mamá no es suficiente. Sus cualidades se han de multiplicar hasta adquirir poderes de casi heroínas para convertirse en “súper mamás”.

28 jul 2015 / 09:41 H.

La reducción de la cuota de autónomos durante los primeros meses de la actividad, las ventajas para las féminas que quieren poner en marcha su propio negocio, el cierre de muchos negocios tradicionales debido a la crisis económica —muchos se han traspasado a jiennenses de menor edad— y la alta tasa de desempleo —mucho más grave para las féminas (38,14%)— han hecho que muchas jóvenes mujeres jiennenses se lancen a la aventura de poner en marcha su propia empresa, que se complica mucho más cuando llega el momento de la maternidad. Sin embargo, pese a que son mujeres valientes, se quejan de que están en clara desventaja respecto a las que tienen un trabajo y afirman que han de aprovechar las 24 horas del día para sacar adelante su negocio y su bebé. 

Lola González Navarro es un buen ejemplo. Nació en Jaén hace 34 años y, hace tres, puso en marcha un negocio. Se llama “Chocolate Baby” y se encuentra en la Avenida de la Libertad de Úbeda. “Lo cree junto a mi hermana en plena crisis económica. La gente nos decía que era una locura, pero para nosotras no ha sido un problema. Si crees en tu idea y la trabajas, consigues lo que quieres”, afirma Lola González Navarro.

Hace cuatro meses, su vida cambió. Llegó Martín, su primer hijo, que también le hizo modificar su rutina. “Acabo de terminar la baja maternal y ahora, en ocasiones, estoy dándole el biberón y contestando los mensajes que tenemos a través de las redes sociales para promocionar los productos e incrementar la clientela. Creo que las empresarias tenemos más flexibilidad horaria, pero estamos en clara desventaja respecto a las mujeres que trabajan por cuenta ajena. Nos adaptamos, pero a costa de arriesgar nuestra actividad y, también, el bolsillo. Yo he estado de baja, pero he tenido que pagar los 265 euros al mes de la cotización, pese a que me encontraba en mi casa cuidando de mi bebé”, manifiesta.

Rocío González Navarro ya conoce bien lo que es convertirse en una “súper mamá”. Hace tres años y medio llegó Álvaro. “Tenía unos meses cuando creamos Chocolate Baby. Fue un cambio enorme porque la tienda necesitaba mucho y también el bebé.”, recuerda ahora. Sin embargo, las dos lo tienen muy claro: “Nos sentimos muy orgullosas tanto de la tienda, como de los niños. Sabemos que es una experiencia dura, pero seguro que merece todo el esfuerzo”.