Empleados de la dependencia, “sin expectativa” alguna de cobro
Si alguien, en esta humilde ciudad del Santo Reino, se pregunta qué es el estoicismo que llame a la puerta de Multiservicios Jabalcuz y pida hablar con alguno de sus poco más de 150 trabajadores. El de la dependencia no es solo uno de los sectores más castigados por la crisis y los recortes que se han sucedido después. En el ámbito local, es la fuente que riega el tira y afloja económico, político e ideológico que libran el Ayuntamiento y la Junta. Y, una vez más, tiene a la plantilla de la empresa que gestiona la ayuda a domicilio contra las cuerdas.
Si alguien, en esta humilde ciudad del Santo Reino, se pregunta qué es el estoicismo que llame a la puerta de Multiservicios Jabalcuz y pida hablar con alguno de sus poco más de 150 trabajadores. El de la dependencia no es solo uno de los sectores más castigados por la crisis y los recortes que se han sucedido después. En el ámbito local, es la fuente que riega el tira y afloja económico, político e ideológico que libran el Ayuntamiento y la Junta. Y, una vez más, tiene a la plantilla de la empresa que gestiona la ayuda a domicilio contra las cuerdas.

Sin cobrar desde hace dos meses y “sin ninguna expectativa” de hacerlo a corto plazo. Sin cobrar ya dos meses. Sin ninguna expectativa de cobro. “Estamos en verano, en época de vacaciones. Hay gente que no puede ni salir a la puerta de la calle. Ya no es el descanso, es que hay quienes no tienen ni para comer. La situación es lamentable”, denuncia la presidenta del comité de empresa, Mari Carmen García. Muy crítica con las administraciones competentes y, especialmente, con la local, señala: “El Ayuntamiento lleva más de un mes negociando una póliza de crédito para pagar parte de la deuda que tiene con la empresa, pero, a nuestro juicio, no es más que una maniobra dilatoria”. En estos momentos, la Administración local debe a Multiservicios Jabalcuz “casi dos millones de euros”.
Para atajar esta situación, la estrategia del equipo de Gobierno local, que dio la callada por respuesta a este periódico, sería negociar un crédito con una entidad financiera para saldar, “al menos”, el 50% de la deuda que tiene con el empresario, el también constructor Rafael Cabrera. A cambio, este se compromete a pagar a las trabajadoras los días 5 de cada mes “durante un año cubierto, siempre que la Junta no se retrasara en los pagos”, explica García. Pero la póliza no llega. El empresario solicitó, ayer, al Ayuntamiento un pago de 150.000 euros para poder abonar, al menos, una nómina, asegura la portavoz sindical, que anuncia movilizaciones a la vuelta del verano para exigir salarios y una normalización de los pagos. “Con el 50% de la plantilla de vacaciones, una huelga estaría abocada al fracaso, pero ni vamos a hacer la vista gorda, ni nos van a callar”, sentencia.