Elecciones anticipadas y "generalísimas"

b Generalísimas. El 20-N tiene ya tres significados. Uno, lo sabe cualquiera desde 1975, otro acaba de etiquetarlo Zapatero con el anuncio del adelanto electoral. Ya se bromea con que no serán elecciones generales, si no “generalísimas”. Juegos de palabra aparte, la noticia deja ahora a Griñán con la pelota en su tejado, por más que asegure por activa y por pasiva que en Andalucía él sí agotará la legislatura. Cosa que también juraba Zapatero, así que hay que fiarse lo justo.

    31 jul 2011 / 09:20 H.

    Que en política es sinónimo de nada. Todo se andará. Lo único cierto es que iremos a votar con abrigos, algo poco habitual si se echa la vista atrás a esta democracia nuestra. Y que no tiene por qué significar algo, solo es un detalle climatológico. Qué casualidad que el anuncio llegue justo después de que el CIS nos haya contado en su barómetro de julio que el candidato socialista recorta tres puntos de ventaja a Rajoy. Una simple coincidencia sin importancia, como el de los abrigos. ¿Y el tercer significado? La mayor alegría. Ese día nació mi hija pequeña. El 20-N siempre trae buenas noticias. Y su santo es el 18 de julio. En fin.

    b Culebrones agosteros. Agosto manda a la gran mayoría de vacaciones y la ciudad se queda con sus culebrones pendientes. Los parados de Primayor, que no decaen en su lucha y muy bien que hacen, y el tranvía, igual de estancado y utilizado, en el peor sentido de la palabra. Algún avance hay, si se quiere calificar como tal que el PP haya empezado a limpiar el trazado de las vías. De hecho, el PSOE interpreta como el primer paso para acabar poniéndolo en marcha. Pero no. No es por ser gafe, pero ganar una batallita no es ganar la guerra y esta puede durar más que la de los cien años. Yo insisto y repito que los padres de la criatura, Valdivielso y Peñalver, junto con sus tíos Gaspar Zarrías o Felipe López y demás familia cercana, bien podrían ir con el famoso informe de viabilidad de la Junta a un banco a pedir un aval y crear una sociedad para echar ellos a andar el tranvía. ¿O no?

    b ¡Ja! Permitan que se me escape la carcajada. Pretender eliminar “situaciones intolerables de explotación sexual” quitando los anuncios de contactos de los periódicos es el colmo del cinismo. Así no se elimina la explotación, sino regulándo y dando la dignidad de cualquier trabajador a las personas que viven de eso porque quieren vivir de eso. Con su seguridad social y toda la cobertura legal que tienen los demás. Negar la evidencia no es la solución, señoras feministas.