El “vigilante” del campo de La Misericordia abandona

Concebido y adaptado como un espacio de juego, deporte, salud y diversión, el campo de fútbol 7 de La Misericordia se ha convertido en una pesadilla para su “guarda”, Juan Carlos Rojas.

09 sep 2014 / 09:47 H.

Vecino de la zona ubicada entre los barrios de Loma del Royo y de El Valle, Rojas entregó, ayer, las llaves de la instalaciones que, durante los últimos seis meses, se encargó de mantener y controlar. Aun sin contar con unos aseos y unos vestuarios, los jóvenes del barrio lo usan a diario con el orden que establece Juan Carlos a partir de un calendario. Sin embargo, las promesas del Ayuntamiento de crear estos servicios más la falta de reposición de un foco y del vallado del recinto, se convirtieron en dardos que apuntaron contra Rojas. “Yo estoy encargado de mantener la limpieza del campo, de solucionar pequeños arreglos y de establecer el orden de los usuarios con un calendario”, explica el vecino, quien asegura que cobra directamente de las cuotas establecidas, concretamente diez euros la hora. “Se trata de una gratificación”, aclara el jiennense.

Su constante presencia se convierte en la persona más accesible, por eso es el primero al que preguntan por los deseados arreglos y la construcción de un vestuario y unos aseos. “La gente está muy cabreada y se dirige a mí. Me dicen que cuándo se van a cumplir las promesas municipales”, dice, preocupado, el vecino. La presión por parte de los usuarios llegó a tal punto que Juan Carlos Rojas tuvo que soportar amenazas de muerte. “Voy a entregar la llave porque sufro amenazas. El otro día tuve que llamar a la Policía Local”, cuenta.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos Loma del Royo, Francisco Céspedes, explica que el problema está en un grupo de jóvenes conflictivos. “Vienen e imponen su horario cuando quieren, pues creen que el campo es suyo”, dice Céspedes. Fue precisamente este colectivo el que provocó un rechazo inicial por parte de la asociación de vecinos cuando, hace unos dos años, el Patronato de Deportes le propuso firmar un convenio mediante el que “Loma del Royo” se hacía cargo de la gestión. “A cambio, el Ayuntamiento se comprometía a poner unos servicios y vestuarios, así como a arreglar roturas o fallos grandes”, aclara el presidente vecinal.

En vista de que el Patronato no cumplía su compromiso, los vecinos le trasmitieron su intención de dejar las llaves de las instalaciones. “Entonces, como reconocieron que no podían construir, nos dieron una solución provisional: ubicar unas casetas portátiles”, indica Céspedes, quien apunta que están a la espera de que los instalen y arreglen, también el foco roto con el que se encuentran los futbolistas. Grupos de niños, jóvenes y adultos que, a diario, juegan al balón pie, en sus entrenamientos, incluso, en competiciones. “El campo es muy demandado, de hecho, por primera vez se abrió todo el verano. Es un servicio del que se beneficia mucha gente”, asegura.

En contestación a las demandas, el gerente del Patronato de Deportes, Diego Soto, recuerda que se trata de un campo elemental —una instalación muy básica—, conveniada con la asociación de vecinos para su gestión. “Sin embargo, cuenta con un gran uso, por lo que nos comprometimos en instalar unas casetas portátiles. Esperamos que se instalen en ocho o diez días”, dice Soto. Sobre la valla, el gerente asegura que se arregla cada “dos por tres”, cuando les llega el parte. En cuanto al foco roto, indica que no tiene conocimiento, pero que en el momento que se lo indiquen se solucionará.