El Vaticano inicia acciones legales contra Benetton

La Secretaría de Estado del Vaticano ha encargado iniciar en  Italia y en el exterior las 'oportunas acciones legales' para impedir  la circulación, también a través de los medios, del fotomontaje  realizado por Benetton como parte de una campaña publicitaria  titulada 'Unhate' en la que aparece el Papa Benedicto XVI besando al  Imán de la Mezquita Al-Azhat de El Cairo, según ha informado la  Oficina de Prensa del Vaticano. 

    17 nov 2011 / 17:51 H.

    La Santa Sede ha destacado que considera la imagen "lesiva, no  sólo por la dignidad del Papa y de la Iglesia Católica, sino también  para la sensibilidad de los creyentes".  La imagen del Pontífice forma parte de una campaña publicitaria  titulada 'Unhate', contra el odio, lanzada este jueves por el Grupo  Benetton y fue expuesta en el puente del Castillo de Sant'Angelo, a  pocos metros del Vaticano.  El fotomontaje ha circulado por toda la prensa nacional e  internacional, a pesar de que Benetton anunció este jueves que  retiraría esta imagen. La marca ha expresado su pesar por que "la  utilización de la imagen del Papa y del Imán haya molestado a la  sensibilidad de los fieles", después de que el portavoz de la Santa  Sede, el padre Federico Lombardi anunciara que el Vaticano acudiría a  las autoridades competentes para garantizar "la tutela y el respeto a  la figura del Santo Padre".  Lombardi destacó que era "inaceptable" el uso de la imagen del  Papa "manipulada e instrumentalizada" en una campaña publicitaria  "con fines comerciales" y aseguró que esta imagen "es una gran falta  de respeto para el Papa, una ofensa a los sentimientos de los fieles  y una demostración evidente de cómo en el ámbito de la publicidad se  pueden violar las reglar elementales del respeto de las personas para  atraer la atención por medio de la provocación". 
    En la campaña se incluyen otras imágenes en las que aparecen  besándose el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, con el  presidente chino, Hu Jintao, que ha sido expuesta ante la Catedral de  Milán; y la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés,  Nicolás Sarkozy.