El Vaticano destaca la necesidad de cooperar con la justicia en casos de abusos a menores

El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el  cardenal William Levada, ha ofrecido una respuesta multifacética para  hacer frente a los abusos sexuales a menores cometidos por  sacerdotes, que consiste en la cercanía a las víctimas, la protección  de los menores, la cooperación con la justicia y la formación a  futuros sacerdotes y religiosos,

    07 feb 2012 / 18:29 H.

    durante su conferencia 'El abuso  sexual a menores: una respuesta multifacética para responder al  desafío', dentro del simposio 'Hacia la curación y la renovación  organizado por la Universidad Gregoriana en Roma.
    En este sentido, el purpurado ha asegurado que para los líderes de  la Iglesia para los que se ha convocado el simposio el "tema es  delicado y urgente". Por ello, durante su conferencia ha recordado la  carta circular dirigida a las Conferencias Episcopales el pasado 3 de  mayo de 2011, en la que propone a todas ellas que establezcan unas  guías de actuación en el tratamiento de los casos de abusos sexuales  a menores por clérigos.
    Levada ha señalado que, tras la "explosión" en los medios de  comunicación de los casos de abusos a menores cometidos por miembros  de la Iglesia católica, "especialmente, aunque no sólo, en EEUU", la  Congregación, bajo el liderazgo del entonces cardenal Joseph  Ratzinger, observó un "dramático incremento" de los casos y descubrió  las "muchas y complejas" cuestiones implicadas en este "delito".

    Según ha concretado, los más de 4.000 casos de abusos a menores  denunciados a la Congregación para la Doctrina de la Fe durante la  pasada década han revelado, por una parte, la "insuficiencia" de una  única respuesta canónica a esta "tragedia" y, por otra, la "necesidad  de una verdadera respuesta polifacética".

    En este sentido, ha destacado la atención que la Iglesia tiene que  dar a las víctimas de abusos sexuales. "Muchas de ellas lo primero  que necesitan es ser escuchadas, saber que la Iglesia escucha sus  historias de abuso, que la Iglesia entiende la gravedad de lo que han  sufrido, saber que la institución quiere acompañarlos en el largo  proceso de curación y que tiene la voluntad de tomar pasos efectivos  para asegurar que otros niños serán protegidos de este tipo de  abuso", ha comentado.
    En la misma línea, ha rememorado que el Papa Benedicto XVI ha  escuchado a algunas víctimas durante sus viajes apostólicos en Reino  Unido, Malta, Alemania, Australia, así como en Estados Unidos. "En  algunos países --ha comentado--, se han implementado programas de  protección a los menores,  para crear ambientes seguros que incluyen  la educación para el trabajo pastoral en la Iglesia, sea en escuelas  como en parroquias, programas recreativos y una formación especial  para reconocer los signos de abusos, con la esperanza de que dichos  cursos al clero y laicos permitan prevenir futuros casos".
    Por eso, ha resaltado la importancia de asegurar la correcta  formación de sacerdotes y religiosos, así como la necesidad de la  buena selección a los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa,  en la formación humana, incluida la apropiada en sexualidad humana.
    "El obispo siempre tiene la tarea de tratar a todos los sacerdotes  como padre y hermano --ha subrayado--. El obispo debe cuidar la vida  de oración de sus sacerdotes, y motivarlos para que se apoyen unos a  otros, para que busquen ser más santos y dar mejor servicio al rebaño  de Cristo, así como también tiene la responsabilidad de cuidar la  reputación del clérigo que ha sido acusado incorrectamente".
    El prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe también  ha exhortado a cooperar con las autoridades civiles en estos casos  para reconocer la verdad fundamental, ya que "no es un crimen  solamente en el derecho canónico sino también en de jurisdicción  civil". "La Iglesia tiene la obligación de cooperar con los  requerimientos de la ley civil al reportar los crímenes a las  autoridades apropiadas", ha insistido.
    Finalmente, el cardenal Levada se ha mostrado convencido de que  los pasos que se han dado por parte de la Iglesia, representados en  la carta circular de la Congregación junto a las "innumerables"  iniciativas locales en respuesta al desafío de los abusos sexuales a  menores por parte del clero, "ayudarán a continuar a responder en  muchas vías fructíferas para curar las heridas del pasado y renovar  el compromiso hacia un futuro lleno de esperanza".