El valor de la familia

Fue a finales de verano cuando al ir temprano a comprar churros para desayunar en casa, desayunaban en la churrería una pareja de recién casados y algunos de los invitados a la boda que, lógicamente, se les había hecho de día. Cuando ya me marchaba oí la típica frase '¡que se besen los novios!', y fue justo en ese momento, al  pasar un grupo de mujeres, una de ellas dijo: 'no saben donde se meten'.

    26 dic 2012 / 16:47 H.

    Me produjo tristeza el comentario que puede ser fruto de una mala experiencia o de la ignorancia. En las circunstancias que vivimos actualmente se ha demostrado que la familia juega un papel decisivo y fundamental, valorada por todos. Ahora bien, la familia hay que cuidarla y mimarla para poder disfrutar con ella. En pocos días se va a celebrar la Jornada de la Sagrada Familia y es por ello por lo que hago esta reflexión. Mi testimonio, como esposo y padre, es que merece la pena formar una familia, fundamentada en valores que la hagan crecer sana, feliz y con esperanza. Esto no quiere decir que no haya obstáculos con los que luchar, situaciones difíciles a las que enfrentarse e incluso momentos dolorosos que vivir, pero el auténtico amor entre un hombre y una mujer es capaz de superar pruebas difíciles. La complicidad entre los esposos conlleva a gozar de la vida día a día con los hijos, en el trabajo, con las responsabilidades sociales. El amor conyugal te da razones para vivir con gozo y alegría. Prueba de ello es la cantidad de matrimonios que no dudan en volverse a decir “sí quiero”.

    Auxiliar administrativo
    Miguel Lechuga