El tremendo error de Rajoy
Martín Sagrera/Desde Madrid. El tremendo error de Mariano Rajoy es creer, como dice que su “amplia mayoría” legitima aprobar en solitario los Presupuestos del Estado. Porque “no nos representa” al 69 por ciento del censo electoral. Y de los que votaron al Partido Popular, las encuestas revelan que hay un porcentaje creciente que hoy lo lamenta, por haber impuesto ya leyes y normas directamente contrarias a las que prometió hace seis meses, los nulos e incluso negativos resultados que tienen sus medidas, sus fracasos en las elecciones regionales, las críticas de los expertos y en la calle, etcétera. Malo sería moralmente que esa presunción de Rajoy de representar a los españoles fuera otro intento de engañarnos, porque, al saber él que no decía la verdad, sería más fácil que rectificara.
Pero me temo que se trata de una ciega soberbia, como se desprende de su actitud chulesca, impropia de un presidente responsable ante todos los ciudadanos. En efecto: en lugar de escuchar, respetar, dialogar y dosificar sus planes, ante las amplias manifestaciones de protestas de partidos, sindicatos organizaciones ciudadanas y muchos miles de españoles, ha empinado la barba y proclamado que — “como Dios manda”, o quizá Merkel— seguirá cada viernes, hasta el final de la legislatura, con esas reformas, y que la del próximo viernes será especialmente importante. Su prepotencia, al arrollar las necesidades más vitales de la mayoría de la población, nos lleva rápida y directamente a una catástrofe económica y social.