El tranvía ¿descarrila?
El inicio de la legislatura en el Ayuntamiento de Jaén no ha supuesto sorpresa alguna. Empieza como terminó: con el tranvía a cuestas. El cambio de gobierno en el Consistorio no ha servido, de momento, para poner punto final a las tensiones del pasado. Así, la primera disputa entre socialistas y populares está siendo, como no podía ser de otra manera, por el tranvía.
Para el ciudadano de a pie resulta sorprendente, por ser suaves, que unos digan que la responsabilidad es de la Junta de Andalucía en estos momentos porque, dicen, la obra no está recepcionada mientras que los otros muestren pruebas de que sí está recepcionada; que los populares pidan una copia del expediente porque aseguran que no hay ni un papel en el Ayuntamiento sobre el tranvía, algo que se niega desde filas socialistas. El PP puso especial énfasis en atacar el proyecto del tranvía antes y durante la campaña electoral. El PSOE hizo justamente lo contrario: hacer del tranvía su bandera electoral. Ahora el PP ha ganado las elecciones y se encuentra con una inversión hecha que no quiere. El nuevo alcalde popular, José Enrique Fernández de Moya, ha cumplido con lo que dijo en precampaña: ha pedido ya una reunión con el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, para aclarar qué pasa con la financiación del mantenimiento de una obra que ha costado, dicen los populares, ciento veinte millones de euros y que cuesta, según sus cuentas, seis millones de euros al año, algo que no puede asumir el Ayuntamiento jiennense, dice el alcalde, debido a su crítica situación económica. Y mientras, el tranvía sigue parado por orden judicial. Sin que se puedan hacer las pruebas con personas por ese motivo y sin que se puedan hacer las pruebas con sacos porque ahora resulta que no hay luz. Endesa la ha cortado por impagos y además los conductores no saben qué va a ser de ellos. Todo parece sacado de un vodevil. Este es el panorama que vemos los ciudadanos que no entendemos cómo es posible que sigamos en Jaén cayendo una y otra vez en los mismos errores. ¿O acaso ya nadie se acuerda del Museo Íbero? Aquel proyecto supuso un esperpento que pensábamos que nada podría superar. Atención, que quién no conoce su historia está condenado a repetirla. Quién no la conoce, o quién no aprende de ella, diría yo. Por eso, desde estas humildes líneas ruego a los políticos de Jaén que se sienten en una mesa y que aclaren todo lo que tengan que aclarar sobre el tranvía y no se levanten hasta que no haya una solución para tanto dinero invertido y que, por favor, no sea dilapidado. Dinero que, por cierto, pagamos todos los ciudadanos.
José Valero es periodista