El tiempo favorece a El Resucitado
Cientos de fieles y visitantes se despidieron, un año más, de una de las fiestas más significativas y emblemáticas de la ciudad patrimonial, la Semana Santa.

Desde el pasado Domingo de Ramos los días se llenaron de olor a incienso y emociones, a las que este año se sumó días soleados y temperaturas primaverales.
De rojo y blanco se vistió Úbeda durante la mañana del domingo para recibir a su Cristo Resucitado y a su Señora de la Paz. Al igual que ocurrió durante toda la semana el sol acompañó por las calles y rincones de la ciudad a la última de las procesiones que tendrán lugar en la Semana Santa de este año 2015. Una mañana de júbilo y alegría en la que las “mantillas” se despiden del color negro para dar paso a la luz y al blanco. Así decenas de tambores y cornetas, guiaron por los suelos empedrados de la ciudad patrimonial al hermoso trabajo realizado por Francisco Palma Burgos en el Cristo Resucitado y la Virgen de la Paz es obra del imaginero y pintor ubetense Bartolomé Alvarado Carrasco.
Especial alegría y satisfacción entre los devotos y seguidores de esta Cofradía, que después de dos años consecutivos pudieron, por fin, disfrutar de sus imágenes paseando por las calles ubetenses. Ilusiones renovadas para hermanos y cofrades, a quienes el tiempo volvió a sonreír, ofreciendo una última jornada llena de sol y seguidores que no quisieron perderse al bello Cristo Resucitado, acompañado de la Señora de la Paz. Después de la complicada decisión que tuvo que tomar la junta directiva el pasado año, ante los pequeños chubascos e incertidumbres, este año respiraron tranquilos y sin miedo desde el templo de San Nicolás de Bari, como es habitual. Debido a las inclemencias meteorológicas de la pasada Semana Mayor, los cofrades tuvieron que conformarse únicamente con la celebración de un acto religioso en el interior del templo. Este se realizó para los hermanos que estaban en el interior, y se acompañó de música dedicada a los titulares. Posteriormente se abrieron las puertas a devotos y seguidores, para que pudieran realizar sus oraciones a las distintas imágenes titulares.
Como viene siendo habitual durante la mañana del Domingo de Resurrección, se celebró también la tradicional procesión del Santísimo Sacramento. Como es habitual realizó su corto recorrido por la monumental plaza Vázquez de Molina, que tuvo como punto de salida la Sacra Capilla de El Salvador, previamente al itinerario procesional, se celebra una novena. De esta forma se puso fin a una semana llena de emoción y fervor desarrollada casi sin incidentes. Afortunadamente, y a pesar de los desprendimientos ocurridos durante el mediodía del Viernes Santo en un edificio situado en la Plaza de Andalucía y el atropello a una niña en la zona de la Torrenueva, no hubo ningún herido de gravedad, y la actividad continuó sin ningún percance de gran relevancia e importancia.
Durante las diferentes jornadas la ciudad se impregnó de fervor y pasión y acompañó a las diferentes imágenes que han recorrido las calles patrimoniales a lo largo de todos los días. Un año muy afortunado en lo que a climatología se refiere, y que supuso un importante aliciente para la atracción turística, hacia esta fiesta tan emblemática, que se despide como siempre por todo lo alto y con una gran afluencia de fieles y turistas que colmaron todas las calles.