El testimonio silencioso de la historia taurina

El mes de julio que ya se acaba es muy significativo para el mundo del toro en Andújar. Un 25 de julio de 1898 se inauguró la Plaza de Toros. El semanario taurino ilustrado “Sol y Sombra” se hacía eco con una amplia información el 4 de agosto en su número 68. El coso se hizo por una sociedad que emitió acciones, en la que estuvo inmerso el empresario e industrial Isidoro Gil de Muro. La plaza se ubicó lejos del casco urbano, hacia el Este. Entonces era un terreno agrícola y justo en el escalón de la terraza del Guadalquivir dirigió las obras de la plaza Francisco Ramírez Hermosilla.

31 jul 2015 / 09:24 H.


Aquel cartel inaugural estuvo protagonizado por Rafael Bejarano “Torerito de Córdoba” y el ganado fue —cuatro astados— de Jacinto Trespalacios. Fue muy importante que Rafael Molina “Lagartijo” estuviese asesorando a la presidencia. Calor, tarde de toros, varios caballos de picadores muertos, subalternos a la enfermería. Bejarano estuvo bien como torero de oficio que aún era.

Fue una tarde exitosa con una entrada de público buena. Cuando llegó el atardecer la empresa dio un banquete en honor a Lagartijo, en el Café Español. Y el 4 de julio se cumplió el primer siglo desde que Joselito se encerrara solo con seis astados de Murube.

En la primera feria de septiembre que hubo corrida fue la de 1989 y los toros fueron 9, del ganado de Valentín Flores para Machaquito y Lagartijo Chico. Los toros dieron un juego muy desigual. Machaquito estuvo “bueno bregando e hiriendo” y Lagartijo Chico “estuvo superior en el sexto y la media estocada fue de las de su tío el gran Rafael”. Andújar fue una plaza de Belmonte, pues “el pasmo de Triana” toreó desde septiembre de 1915, en tres ocasiones más. En la Romería de 1944, el 26 de abril hubo toros de Flores Albarrán, en un mano a mano entre Manolete y Pepe Luis Vázquez, espectáculo que tuvo que ser suspendido en el cuarto toro por un aguacero.