El Supremo ratifica la pena al joven que 'cosió' a puñaladas a su novia

Rafael Abolafia/Jaén
El Supremo ha ratificado la condena de 12 años de prisión para Jesús V. F. por 'coser' a puñaladas a su novia en el piso que ambos compartían en El Valle. El Alto Tribunal ha desestimado el recurso interpuesto por el acusado y lo castiga como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa.

    18 oct 2011 / 09:59 H.

    Aquel 27 de enero de 2009, a Montserrat, la víctima, la llevaron al hospital con 18 heridas de arma blanca, dos dientes rotos y numerosos golpes por todo el cuerpo. Fue Jesús V. F., el hombre con el que compartía su vida, quien la agredió salvajemente porque ella le había dicho, la noche anterior, que quería dejar la relación. Desde el primer momento, él reconoció la agresión: “Tuve un momento de locura y se me nubló la vista”, dijo en el juicio, celebrado el 30 de noviembre de 2010. Por lo tanto, en la vista oral, no se discutió la autoría de los hechos, sino qué castigo había que aplicar. La Audiencia consideró que Jesús V. F. quiso asesinar a su novia y lo mismo ha estimado el Supremo.
    La sentencia aprecia la agravante de alevosía, pues entienden que el acusado atacó a Montserrat sin dar a la joven la oportunidad de defenderse. “Estaba confiada y sin ningún tipo de alerta previa”, asegura la sentencia de la Audiencia. La mujer se disponía a salir de su casa cuando su novio la abordó por la espalda con un cuchillo de ocho centímetros de hoja. Esa arma se rompió, así que Jesús cogió un segundo cuchillo, que también destrozó en el cuerpo de su novia, que ya yacía en el suelo desangrándose.
    Después, la emprendió a patadas en la cabeza con ella y le pisó la cara con las botas de puntera reforzada que llevaba ese día. De hecho, Montse presentaba un hematoma con la marca de una suela en su mejilla.
    Jesús V. F. se cambió la ropa ensangrentada y se marchó del piso, no sin antes cerrar la puerta con llave. Montse se arrastró hasta el rellano, donde fue encontrada por dos vecinos, que la auxiliaron hasta que llegó la Policía y el 061. La rápida intervención de los médicos le salvó la vida. El agresor fue detenido pocas horas después, en un olivar en las inmediaciones del campo de fútbol.
    A pesar de las 18 heridas de arma blanca y de los numerosos golpes que recibió la víctima, la Audiencia no estimó el agravante de ensañamiento. ¿Por qué? Los magistrados entendieron que Jesús V. F. no causó un dolor “innecesario y gratuito” a Montse. El mismo criterio ha seguido el Supremo. La sentencia considera que todas y cada una de las puñaladas que el acusado dio a su novia, así como las patadas tenían un único fin: acabar con la vida de la mujer. Del mismo modo, la sala rechazó que el acusado perpetrata el ataque como consecuencia de un arrebato, tal y como había planteado su defensa: “No presenta trastornos de la personalidad”, recogía, de forma literal, la resolución.
    Jesús V. F. ya ha cumplido casi tres de los doce años de cárcel a los que fue castigado. Además de la pena de privación de libertad, tiene que indemnizar a Montse con 95.700 euros y no podrá acercarse a ella a menos de cien metros durante diecisiete años.