El suelo municipal del ferial ya está cubierto de caseteros
El Hospital de Santiago acogió un encuentro entre el Ayuntamiento y los responsables de las casetas que no pertenecen a la Unión de Cofradías, interesados en montar su infraestructura en la próxima feria de San Miguel. Una cita en la que se procedió al sorteo del espacio restante del cedido por el Ayuntamiento al colectivo cofrade, es decir, unos 1.500 metros a repartir entre ocho particulares: Diario JAÉN, Club Diana, Cuzco, IU, Los Monteros, Suave, Juan del Londres y Amigos de la Música, que finalmente también solicitó.
Tal y como explicó el alcalde, José Robles, “se han preparado módulos de 200 metros para que ningún solicitante se quede sin caseta. Hemos tenido que hacer un gran esfuerzo porque, en un principio, había más solicitantes que espacios disponibles”. Igualmente, señaló: “Además, este alcalde, en su condición de presidente del Partido Popular, le propuso a la junta directiva que este año cediéramos nuestro espacio, en el que también invertimos una gran cantidad de dinero, para que nadie se quedara sin suelo”. Sobre el sorteo, el dirigente señaló que se elaboraron unas bases para prever cualquier circunstancia “y que no quedaran huecos entre las casetas, y no hay ninguna caseta de dos módulos”.
Desde el Ayuntamiento ubetense mostraron además sus deseos de que “todas estas casetas puedan triunfar como han hecho otros años”, insistiendo en que “nadie se ha quedado sin sitio”. Robles anunció también que ya está firmado con el presidente de la Asociación de Feriantes todo lo concerniente a los espacios para las atracciones y a la celebración del Día del Niño. Una feria que este año se hará “con normalidad, como hace muchos años no se producía, fruto del trabajo constante e insistente realizado por este equipo de gobierno”, añade.
Polémica. Un asunto este que viene generando polémica desde que el Ayuntamiento de Úbeda anunció la cesión de algo más de 4.000 metros a la Unión de Cofradías de Semana Santa, para su explotación durante todo el año, y tras haberse cerrado una operación de compra con el hasta entonces propietario de los mismos. Fueron muchas las voces que surgieron para criticar lo que consideraron un gesto de “favoritismo” con las cofradías. Incluso, los grupos de la oposición manifestaron sus quejas, señalando que, al ser ya un espacio público, perteneciente a la ciudad de Úbeda, el mismo podría haberse distribuido dando cabida a todos los colectivos sociales y culturales del municipio, incluida la Unión de Cofradías.