20 dic 2008 / 23:00 H.
Mañana, 22 de diciembre, se conoce como el día oficial de la salud. Y es así porque los miles de jugadores que no consiguen premio alguno saben que la mejor suerte es tener buena salud, al menos, ese es el consuelo generalizado si se tiene en cuenta que la lotería de Navidad ofrece a sus jugadores un 84,32% de posibilidades de perder todo el dinero invertido y un 10% de no ganar nada, según un estudio elaborado por la Universidad San Pablo CEU, en el que se analizan las posibilidades de las diversas clases de loterías que se juegan en España. En el caso de la provincia de Jaén, la suerte ha sido tradicionalmente esquiva, con la excepción de Beas de Segura hace ahora cuatro años o del municipio de Mengíbar, hace ya una década. Si se echa la vista atrás, se puede apreciar cómo el sorteo ha cambiado la vida a muchos de los afortunados, aunque otra gran parte acaba por hacer una vida, relativamente, normal. Este año, Loterías del Estado calcula que cada jiennense se gastará más de sesenta euros en el sorteo de mañana y, en su conjunto, cuarenta millones de euros, en un sorteo que está próximo a cumplir los doscientos años de tradición. Asociaciones, cofradías, clubes deportivos y entidades varias aprovechan el gran tirón del tradicional Gordo para vender participaciones y obtener una fuente de financiación extra para sus actividades, una práctica muy habitual que supone un respiro para las arcas de numerosas asociaciones de todo tipo. La ilusión mantendrá a los jiennensespendientes del sorteo durante la jornada y, después, durante el martes se dedicarán a comprobar con cuidado décimo a décimo en el listado oficial de Lotería. En una coyuntura económica como la actual, confiar en la suerte es, quizá, el último recurso de muchos para encontrar un atisbo de esperanza para salir del atolladero.