El silencio del Papa

Domingo Martínez / Desde Burgos. En silencio, con enorme discreción, así se marchó el Papa después de anunciar ante el consistorio que dejaría el trono de Pedro el día 28 de febrero a las 20 horas, cuando termina habitualmente su jornada laboral.

    22 feb 2013 / 10:33 H.

    Dijeron algunas fuentes que vivieron ese singular momento que quiso marcharse con tanta discreción que ni siquiera permitió que le besaran la mano los allí presentes, como si ya quisiera pasar de largo por este peculiar gesto que implica el cargo que ahora ocupa. Uno de los calificativos más repetidos en estas horas sobre la figura del Santo Padre ha sido el de su humildad y este de salir en la discreción del silencio no es sino otro ejemplo de su virtud. En la misiva a sus fieles, también precisamente esta cualidad. “Su decisión, destacaba el cardenal Rouco, es un claro signo de humildad, de libertad en el Señor y de amor a la Iglesia, a la que ha servido con entrega infatigable y generosa”.