El Senado echa a Berlusconi
El Senado italiano aprobó la expulsión del ex primer ministro Silvio Berlusconi en aplicación de una ley que prohibe que los altos cargos del país puedan tener antecedentes penales. “Il Cavaliere” fue condenado a cuatro años de prisión por fraude fiscal en el caso “Mediaset” y tiene abiertas varias causas judiciales más.
La expulsión de Berlusconi no ha sido sometida a votación sino que es el resultado del rechazo de los nueve órdenes del día presentados por su partido contra la conclusión adoptada por la comisión para las Elecciones del Senado, que el mes pasado había recomendado retirar el escaño al ex “premier”. Durante la sesión, varios senadores de Forza Italia, así como algunos de Nuevo Centro-Derecha y de Opción Cívica, habían pedido que se procediera al voto secreto, pero el presidente del Senado, Pietro Grasso, lo ha rechazado. A partir de las 17,43 horas del miércoles, Silvio Berlusconi ya no era miembro del Senado italiano y su escaño pasará a ser ocupado ahora por el primer reserva de la región de Molise, por la que el líder de Forza Italia había presentado su candidatura. En anticipo de su expulsión, Berlusconi no dudó en considerar que este era “un día de luto para la democracia” en Italia.
Ante cientos de partidarios congregados frente su residencia en Roma horas antes de la decisión en la Cámara Alta, “Il Cavaliere” denunció que se ha “pisoteado la ley” y advirtió de que su salida del Senado no supondrá que deje la política. “También como no parlamentario se puede seguir luchando por nuestra libertad”, subrayó, incidiendo en que “otros líderes están fuera del Parlamento como yo”, citando al líder del Movimiento Cinco Estrellas, Beppe Grillo, y al alcalde de Florencia, Matteo Renzi, uno de los pesos pesados del Partido Democrático. Asimismo, se mostró “absolutamente seguro que al final seré declarado absolutamente inocente” y confirmó que pedirá una “revisión” del caso, después de que el lunes anunciara que tenía nuevas pruebas a su favor respecto al caso “Mediaset”.
Por otro lado, numerosos partidarios del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi se habían congregado delante de su residencia en Roma para mostrarle su apoyo horas antes de que el pleno del Senado votase sobre su expulsión de la cámara.
Durante la protesta se produjeron algunos momentos de tensión, ya que los manifestantes colgaron una gran pancarta en el palacio Grazioli en la que se podía leer “es un golpe de Estado”, en referencia a la expulsión de Berlusconi de la Cámara Alta. La Policía intervino y retiró la pancarta, lo que fue recibido con los gritos de protesta de los congregados.